Yo siento que la felicidad me abraza el corazón cada vez que nuevamente caigo en la cuenta de lo afortunado que soy al tener a mi lado a Boro, mi perro, el protagonista exclusivo de este blog, su blog, que hace que yo sienta que todo, pero todo absolutamente todo, tiene una significación y un valor extra en esta vida.
De Él aprendí a mirar y disfrutar cosas que antes ni tomaba por importantes para mi vida, como un paseo relajado (junto a Él, obvio; pero también junto a cualquier persona, o solo) y disfrutando hasta el aire que corre por mi cuerpo y me refresca, por ejemplo en tardes donde el calor pasa la media y caminar se hace cuesta arriba.
Todo tiene un significado diferente para mí y sé que es por el hecho de haber descendido a ese nivel de pureza básica que solo experimentan ellos, los animales; y a la vez haber ascendido meteóricamente al mejor nivel de todos que es el de basar todas las cosas de mi existencia en el amor y el tiempo presente, verdaderos valores que se desprenden del primer descenso del cual les hablo.
Boro es mi hijo, a esta altura no puedo considerarlo de otra manera. Los perros, esencialmente los perros por sobre otros animales principalmente domesticados (a mi entender), son tan dependientes afectivamente de quien los abraza y los incluye en su vida que en esa dependencia, ¡hermosa dependencia!, lo hacen a uno guía y su ser imprescidiblemente importante para poder continuar en esta vida. Y hay quienes podemos asumirnos y entender este sentimiento desarrollado por los canes, y en consecuencia responder de manera similar también, y creo que es para cerrar un círculo que se vuelve igualitario entonces, donde ambos seres, animal y humano, saben que se necesitan, se tienen y permanecen "ahí" siempre.
SOY FELIZ. De cabo a rabo. Y nunca tan justamente utilizada esta última expresión, hablando de la Felicidad generada a partir del vínculo con un perrito.
Y Toto ES FELIZ, también. Lo sé, lo siento y puedo asegurarlo. El verlo (no solo yo) hace que uno se dé cuenta que Él es un animal Feliz en toda la extensión del significado de la palabra.
Y si nosotros dos SOMOS FELICES todo lo que pueda rozarnos, tocarnos, interactuar con Él y conmigo, se conectará, se confundirá, se mezclará (o en teoría debería) con nuestra Felicidad, no lo duden.
Por eso asumo y me hago responsable de esta Felicidad y la llevo adelante cada día con orgullo y alegría; porque además de todo, siempre, llevar adelante algo que se hace de a dos es más placentero y definitivamente más tentador.
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