domingo, 31 de marzo de 2013

Lo agotó maaaal. Jajaja!!

Una tarde, de esas que bajamos pronto a hacer una breve recorrida por algunas cuadras del barrio porque nos apremiaba la posible llegada de la lluvia, fue en la que nos encontramos con una señora que tenía a Fiona, la cachorro de perro mestizo que ven en la foto, que desbordaba energía y ganas de querer jugar e interactuar con Boro.
El hecho es que, como Boro es súper amigable y sociable, le dije a esta señora que la dejara acercar a mi perro, que estaba todo bien, y que no representaba ningún peligro para su pequeña acercársele, ya que ésto pareció demostrar la mujer cada vez que la perra se le aproximaba a Toto.
Se acercaron entonces y estuvieron un buen rato (principalmente ella) queriendo estar encima uno del otro hasta que en un momento, y asumo que producto del cansancio de tener encima a una perrita con demasiada energía y ganas de todo, Boro lanzó un ladrido que me indicó que era tiempo de que nos fuéramos y continuáramos nuestro camino.
Después de todo, teníamos que hacerlo rápido porque estábamos a contra reloj por la llegada de la lluvia que amenazaba y que finalmente llegó poco después de entrar a casa.

sábado, 30 de marzo de 2013

Corriendo, claro.


Porque se queda atrás y el muy pancho va a su paso, oliendo, husmeando e inspeccionando todo lo que halla en su camino; y después cuando se da cuenta de que yo ya doblé la esquina y no me ve, se vuelve loco y se desespera. Y ahí viene corriendo hacia su papá que lo dejó olvidado a la vuelta de la esquina. Jaja!!

viernes, 29 de marzo de 2013

Sólo una cuestión de imagen.

Nublada,
fuera de foco,
o mal encuadrada
podrá ser la foto
de alguna entrada
de este blog,
más nunca la relación
que tenemos
mi Boro y Yo,
tan luminosa, brillante
bien encausada,
por donde se la mire.

jueves, 28 de marzo de 2013

Un haz de luz en mi existencia.

Boro llegó para ser un ser importante en mi vida. Lo sé, lo afirmo y lo disfruto sabiéndolo, y pudiendo expresarlo en este blog que he creado para Él y para mi, y para transportar a todos ustedes, a través de este canal que la web me ofrece, todo el amor y la belleza que su llegada a mi vida significaron.
Espero que les llegue el mensaje. Lo deseo con todo mi alma, para así contagiar a alguien que ande dudando en dar el paso que lo lleve a vivir su vida, compartida con un amigo animal, y para poder ser transmisor de la magnífica experiencia de tener la suerte de estar al lado de un perro. Él, Boro, mi compañero, es un haz de luz en mi existencia.

miércoles, 27 de marzo de 2013

Ay gente, ¡¡qué nervios!!

Pude poner una foto de la herida de Boro pero creí de mejor tino
ponernos a nosotros dos en una imagen modificada,
como nos sentimos esta tarde
en nuestra rutina de paseo que se vio así,
modificada, por este altercado. 
Esta tarde en la plaza, un golden retriever y Boro se trenzaron.
¿Motivo? Dominancia entre machos, supongo.
Algo malo y algo bueno dejó esta experiencia totalmente negativa en su conjunto.
Lo malo fueron dos cosas. Primero que por querer cortar la dominancia le puse la correa a Boro y tiré para llevármelo ¡¡ERROR!! y fue ahí donde se armó la gresca ya que nunca debe acercarse el dueño a su perro cuando éste y otro están en el preludio de una posible lucha. Tarde lo recordé, pero en fin, ya estaba hecho. Y segundo que Boro se llevó un rasguño (mordida superficial en realidad) pequeño, en su cuello con la caída (arrancada literalmente para ser más precisos) de pelo en esa zona.
Lo bueno, que ante no haber recordado lo de no acercarse al perro en momentos tirantes entre dos animales, al menos recordé la forma correcta de separarlos y cortar la pelea, que es agarrando por ambas patas traseras a uno de los dos animales (conviene al que uno no conoce ya que al conocido se lo puede manejar con palabras mientras se toma desprevenido al otro) para dejarlo indefenso y mientras tanto ordenarle al otro (al propio en este caso) que se aleje y frene con la agresión.
El caso es que todo resultó. Yo tomé por sorpresa al golden, el cual al instante se dio vuelta a mirar que pasaba y en ese momento que soltó a mi perro le indiqué a Boro que se aleje; acto seguido se alejó y se dio por finalizada la disputa.
Por eso lo aconsejo y me lo aconsejo: Siempre hay que tener presente todos los ítems y consejos que uno va leyendo, escuchando y -en definitiva- aprendiendo sobre el trato con los animales, propios y ajenos, ya que siempre en algún momento nos llegará el tiempo de ponerlos en práctica, no lo duden.
Pero estando o no preparado, igualmente, ay gente, ¡¡que nervios!!
Cosan que a veces pasan, afortunadamente en nuestro caso, casi nunca; pero que cuando se dan, son momentos de tensión y arrebato -humano y animal- que se desea que pasen pronto y no se repitan jamás.

martes, 26 de marzo de 2013

A paso tranquilo, pero firme.

Es tal nuestro afecto -mutuo- que somos dos seres que vivimos y podemos basarnos en este afecto que cosechamos entre los dos, para después recién ahí salir al mundo y compartir toda nuestra felicidad y todo este afecto, con los demás.
Los dos sabemos que tenemos un tesoro, cada uno y respectivamente con respecto al otro. Eso nos hace seres llenos de luz, plenos, y merecedores de toda la belleza de esta vida, que caminamos juntos a paso tranquilo, pero firme. No tenemos apuro.

lunes, 25 de marzo de 2013

Por eso.

En la foto puede verse su interior. Su interior puro, bondadoso y amigable. Él es así, puro corazón siempre, con todo el mundo que se le acerque. Imaginen como es conmigo, entonces.
Lo amo tanto que comparto diariamente mi vida con Él aquí y siento que quizás a alguien le importe ver que el vínculo basado en el amor, el desinterés y la armonía más auténticos es algo que merece ser reflejado en algún lugar para que quien lo desee pueda experimentarlo junto a mi Boro y yo en esta web. Por eso, es amor lo que ven en sus ojos; es bondad lo que emana de Él, y es felicidad en su estado más precioso lo que Boro significa para mi. Por eso lo comparto. Por eso todo esto.

domingo, 24 de marzo de 2013

Como le pasa a cualquier ser humano con su compañero animal.

Quiero tanto a Boro que siempre al mirarlo, ahí cerca mío, no puedo evitar acariciarlo, darle un besito, hacerle unos mimos o lo que me surja, según esté más o menos ocupado en ese momento específico.
Es que el afecto se demuestra en la práctica (léase, en los hechos concretos) y no pensarán que sólo expreso mi amor hacia Él en las entradas de este blog, nada más, no?

sábado, 23 de marzo de 2013

Pobre Boro.

Y sí, pobre Boro; y como Él, pobre el resto de los perritos que ya -en poco tiempo más- no podrán acceder a este parque enorme que se encuentra frente al A.C.A. y al Museo Nacional de Arte Decorativo, sobre la Avda. del Libertador al 1.900, debido a que el gobierno de la ciudad ha comenzado a cercar el perímetro que delinea sus límites.
Una pena Boro, lo siento. No es justo que nos cierren todos los parques.

jueves, 21 de marzo de 2013

En la espera.


Es un grosso.
Cuando camina, cuando corre, cuando juega,
cuando espera.
Siempre.
Por eso también lo amo.

martes, 19 de marzo de 2013

Si andamos cerca, mejor agarren lugar.

Suele agarrarse el banco de plaza, totalmente para Él; a lo sumo entro yo en un extremo que quede libre.
Así que si nos ven por alguna plaza o parque, con un único banco libre, corran y agárrenlo antes que mi Boro y yo les ganemos de mano.

lunes, 18 de marzo de 2013

Callejero por derecho propio.

Si bien ama las plazas y los parques y todo lo que puede hacer allí (a saber: correr, revolcarse en el pasto, jugar con otros perros que encuentra, tirarse bajo la sombra de un árbol a descansar, etc.), la calle es su lugar y ama andar por las diferentes veredas de las ciudades en las cuales se encuentre moviéndose (foto movida haciendo honor al comentario recién emitido) a sus anchas y callejeando de lo lindo, siempre que se pueda.

sábado, 16 de marzo de 2013

Siempre será mi perrito, el más chiquito.

Si bien Boro es un perro de talla grande, que pesa casi 40 kilos, y su basta estructura corporal así lo demuestra, es tal el amor y la relación de afecto y protección que tengo con Él que a veces siento que, a pesar de todo su enorme porte y figura, puedo contenerlo en una mano, como al más pequeño de los perritos toy, porque sé que al igual que otros perros lo hacen con sus compañeros humanos, Él depende de mi, básicamente para vivir y para poder hacerlo dignamente, siendo feliz.
Así lo siento. Así me muevo. Así lo protejo. Así lo veo con respecto a mi. Y así lo entiendo.
El gran Boro, grande en todo sentido, es mi compañerito adorado y siempre será para mi, mi perrito, el más chiquito.

viernes, 15 de marzo de 2013

Comienza a sentirse.

Los atardeceres comienzan a sentirse más frescos y la gente comienza a desaparecer de las plazas cada vez más temprano, incluidos mi Boro y yo.
A veces, solemos quedarnos un rato más y finalmente nos vamos porque ya se hizo de noche, no hay perritos para jugar y hace frío. Justo como en esta foto que pueden ver aquí.

jueves, 14 de marzo de 2013

Tal es así.


Es tal el cariño y el sentimiento de pertenencia que tengo hacia y por Boro, que no puedo menos que expresar que lo bueno de formar parte de este vínculo tan hermoso y auténtico entre Él y yo hace que no pueda nunca permitirme sentirme mal, triste, enojado y todo ese tipo de sensaciones que hace tiempo desconozco en mi vida; reitero, gracias a Boro.
Él, bueno, Él nunca supo -al igual que el resto de los animales de su nobleza- que existen tales tipos de estados negativos. Naturalmente.

miércoles, 13 de marzo de 2013

En armonía y total felicidad.

Estamos hoy acá, mañana allá; en varios puntos de la ciudad. Indefinidamente.
Sucede que no tenemos paradero fijo o determinado, en lo que hace a nuestras salidas. Por eso lo de "hoy acá, mañana allá".
Siempre los dos, claro, porque sucede que estoy hablando de las salidas que hacemos en la tardecita con la puesta del sol mi Boro y yo, donde caminamos algunas cuadras (muchas) y llegamos hasta alguna plaza y..., en fin, historia conocida para quien ya ha leído al menos una o dos (o tres) entradas de este blog.
Acá o allá, decía; y sí, es cierto. Más aunque vayamos cambiando de lugar, siempre somos nosotros dos, en armonía y en total felicidad. Ambas compartidas.

martes, 12 de marzo de 2013

Boro peatón.

Es un duque, un Sr. Perro, va a mi lado, en la ciudad que sea donde nos encontremos, caminando y respetando a rajatabla las premisas inculcadas por mi y aprendidas por Él, de que a la calle se baja sólo para cruzar y que el lugar para moverse es la vereda.
Cosas como éstas, verlo desempeñarse tan bien y relajadamente junto a mi, me pueden, realmente me pueden.

lunes, 11 de marzo de 2013

Lo dejo a su criterio.

Boro es lo que ustedes -a esta altura y luego de tantas entradas de blog- pueden ir imaginando para mi vida. Y lo dejo librado a su entendimiento ya que sé que no caerán en ninguna equivocación al tratar de armarse una idea de cuanto representa en mi vida este perrito y porque además, luego de tantas muestras (de diferentes tipos) de amor hacia Él es difícil poner en palabras nuevas lo que significa este vínculo para mi y todo lo que representa en la vida de ambos.
Por eso, hoy, lo que Boro es para mi, lo dejo a su criterio.
Sólo por esta vez. ¿De acuerdo?

domingo, 10 de marzo de 2013

A comer!


Y sí, como todo perro, mi Boro tiene sus momentos de comida diarios,
dos para ser más precisos.
Uno cerca de media mañana o mediodía, según; y otro a la noche.

sábado, 9 de marzo de 2013

Una instantánea.

Un segundo de nuestro vínculo.
Un segundo de nuestra felicidad.
Un segundo de nuestro amor.
Un segundo de todos nuestros segundos.
Un segundo.
Una instantánea.

viernes, 8 de marzo de 2013

Por siempre mimado.

Y ahí está mi Boro,
siempre cariñoso y solicitado por los diferentes grupos de personas a los que Él acude encantado para ser mimado.

jueves, 7 de marzo de 2013

El brillo de mi tesoro.

Boro es una alegría en mi vida y cada cosa que haga con Él, por mínima que sea, como por ejemplo sacarlo a hacer su pis y caca, para mi remiten a algo bueno y a un motivo de devolverle alegremente todo lo que Él significa con su animada vida en la mía.
Siempre considero que tengo la enorme dicha de tenerlo a mi lado y poder disfrutarlo y amarlo tanto como Él lo hace conmigo. Nunca pierdo esto de vista. Jamás.
Mi Boro es un tesoro para mí, de esos que como tal no se encuentran seguido y que algunos quizás no cuentan con la gracia de hallarlo siquiera una vez en toda su existencia. Claro que por pura y exclusiva responsabilidad de ellos mismo, seguro; ya que este tesoro, que en mi caso se llama Boro, está "ahí" al alcance de todos esperando ser descubierto e incorporado a la afectuosa vida de un ser que lo cuide y lo ame.
El brillo de mi tesoro es superior a cualquier luz que exista en el mundo, nada lo puede opacar. Resplandece.

miércoles, 6 de marzo de 2013

Gracia y encanto, por donde se lo mire.


En esta foto podemos ver a mi hermoso, adorable y amado Boro, tirado en el pasto de Plaza Francia, hace varios días atrás, la semana pasada.
Yo lo veo bello siempre, en cada momento. Debe ser porque sé que Él es precioso en su interior y por tal motivo traslado toda esa belleza a su exterior; exterior que por otro lado se traduce exclusivamente en gracia y encanto.

martes, 5 de marzo de 2013

Sólo por las noches.

En la bajada que Boro y yo hacemos a la noche, antes de ir a dormir, solemos casi diariamente pasar por este lugar y sentarnos un poco a ventilar nuestras mentes, principalmente en primavera y verano, es decir en las estaciones templadas y calurosas del año, aunque también lo hacemos en alguna que otra noche de esas de calor que aparecen cada tanto en cualquier momento, donde además, de paso, ventilamos nuestros cuerpos.

lunes, 4 de marzo de 2013

Oscurito, oscurito.

Era la noche, bien tarde, estábamos en el paseo,
o mejor dicho en la salida, final del día.
Y todo sereno, tranquilo y oscurito.
Él, al margen de las de la calle, como ya he dicho en su momento en una entrada de este blog, tiene luz propia. Ni hablar.

domingo, 3 de marzo de 2013

sábado, 2 de marzo de 2013

Mi belleza.

No, no es un perro de exposición, es mi Boro, el actor principal de este blog; que cada día se vuelve más hermoso en presencia y en esencia.
Un compañero fiel en el real sentido de esas palabras.
Lo quiero. No podría no quererlo. Y Él lo sabe.