jueves, 30 de mayo de 2013

En Bond Street lo podrán ver.

Si nos quieren encontrar fácilmente lléguense hasta las Galerías Bond Street; ahí, sobre la avenida Santa Fe al 1.600, donde solemos encontrarnos cada tanto cuando las plazas y las calles nos agobian un poco y queremos más interacción urbana con el entorno en nuestra salida larga
de cada día.
Allí lo encuentran.
Seguro.

miércoles, 29 de mayo de 2013

Es el Rey.

ALLí,
ENTRE SUS JUGUTES DE PELUCHE,
ÉL ES EL REY.

(A decir verdad,
en toda la casa
Él es el Rey.)

martes, 28 de mayo de 2013

Lo agradezco.

Yo agradezco el hecho de haber tomado la firme decisión de tener un perro a mi lado, que se plasmó en el buscar una compañía inseparable -mascota en un primer momento y compañero de vida y de camino después, ahora- que le han dado alegría y amor, mucho amor, a mi vida.
¡¡Qué afortunado fui al animarme a traer a Boro a mi vida; ya no mi mascota, porque ¿qué es eso de mascotas?, sino mi compañero de vida y de camino en el real sentido de la palabra!!

lunes, 27 de mayo de 2013

Ya tiene sus 5 años.

Boro ya tiene 5 años, como anuncia el nombre de esta entrada, y un par de meses; ya que ha nacido un 7 de febrero de 2008 y por lo tanto si bien tiene mucha energía en su cuerpo y en su andar también entró en una etapa en la que ya no gusta tanto de los juegos entre perros -prefiere encontrar una linda perrita y "jugar" a otra cosa- como sí de oler, husmear por ahí en todos los sectores del lugar (plaza, parque, vereda) donde se encuentre y por supuesto, una vez completado este rutinario accionar, descansar sentado a mi lado, siempre.
Acá, en esta imagen que acompaña el relato, lo pueden ver sentado sobre el banco de la plaza San Martín, este último viernes pasado cuando andábamos por ahí en la bajada larga del día.
Y bueno, está comenzando a dejar su etapa de cachorro, aunque nunca podrá despegarse de ella completamente por lo templado y juguetón de su carácter, y por eso gusta como les decía de reposar junto a mi.
En fin, hace lo que sus ganas y su cuerpo le indiquen o le pidan.

domingo, 26 de mayo de 2013

Inspeccionando el terreno.

Así sean bajadas express
de cortísima duración
Boro siempre
se va a tomar su tiempo
investigando todo
lo que encuentre a su paso,
por más que los lugares
que inspeccione cuidadosamente
sean conocidos y repetidos
en sus salidas diarias.
Él siempre encuentra
motivos de búsqueda
y olfateo. Siempre.

sábado, 25 de mayo de 2013

¡Es poesía!


Ver una imagen tan dulce, relajada y armoniosa como está
no es otra cosa que poesía.
Mi Boro es un hermoso, bueno y adorable animal.
Lo adoro.

viernes, 24 de mayo de 2013

Ahí, después de la pelea. Lejos.

Y ahí estaba en la tarde, casi anochecer, de un martes 30 de abril a eso de las 6 pm luego de haber participado de una gresca brutal en la que otro perro, un mestizo de tamaño similar a Él, llegó corriendo y comenzó a atacarlo de la nada, o por un motivo que ni el dueño del animal ni yo pudimos determinar.
¡Ay las peleas de perros! ¡Ay, ay!
A modo de anécdota, ese día en el momento del enfrentamiento Toto quiso alejarse -cortar la lucha- pero el otro perro no lo permitió insistiendo en su embestida, ante lo cual mi amigo canino continuó defendiéndose de tales agresiones hasta que finalmente la persona que acompañaba al perro peleador pudo separarlo mediante un griterío y un par de acciones acordes a interferir en la tarea agresiva de su perro.
Toto, Toto... Irresponsabilidades que nos tocan aunque no nos incumban, tales como deficiencias en la educación por parte del humano o agresión pronta y desmesurada por parte del animal.
El perro, ese mismo que agredió a Boro, minutos después continuó generando otras peleas pero afortunadamente nosotros ya nos habíamos alejado de ese sector de la plaza.

jueves, 23 de mayo de 2013

Realmente increíble.

Mi Boro, el que ven ahí tendido sobre mi cama durmiendo plácidamente, es quien me recuerda muchas veces -entrada la noche- que es hora de seguir su ejemplo e ir a dormir.
Siempre presente en mi vida.
¡Qué increíble es la relación que podemos llegar a establecer los seres humanos con nuestros compañeros los seres animales!
¡Realmente increíble!

miércoles, 22 de mayo de 2013

¡Ya!


Raudo sale a caminar
en esos días en los que está feo
y ante el menor atisbo de mejora
salimos a la calle
a hacer la caminata larga del día.
Tan raudamente sale
y tan veloz va en su andar,
que su ligereza
lo hace casi infotografiable.

martes, 21 de mayo de 2013

En las tardes frías el sol está en nosotros.

Boro, mi amigo fiel, es un perro muy obediente e inteligente; y como cada vez oscurece más temprano en estos días de otoño, sabe que muchas veces pocas horas de luz (de sol) llegamos a aprovechar en la salida larga que hacemos diariamente cada atardecer.
En otras épocas del año, primavera y verano específicamente, salimos tranquilos porque es un hecho que a veces hasta regresamos cuando aún ni se ha puesto el sol, pero ahora -reitero- es muy poco lo que lo aprovechamos en esta salida.
Y es así que Toto pasa parte de esas horas de sol adentro del depto., solito, y cuando yo llego parece que nada de esto lo ofende ni enoja ya que es tal su alegría exterior al verme que sólo me demuestra que es feliz y celebra mi llegada también interiormente.
Por eso salimos, aunque poco quede de ese sol que tanto nos gusta a ambos, porque en definitiva el hecho es pasear y caminar y porque además de todo los dos sabemos que el sol que ilumina nuestras vidas está en cada uno de nosotros y en la respectiva compañía que ambos nos prodigamos.

lunes, 20 de mayo de 2013

Por si la lluvia.

Yo trato de ir lo más protegido posible los días de lluvia, cuando Boro y yo salimos a la calle.
Y como lo amo mucho y deseo lo mejor para Él, también pienso en Toto y es por eso que en tales días de desavenencias climáticas sale finalmente equipado para enfrentar la calle y tratar de mojarse y mojarnos lo menos posible durante estas bajadas que no podemos dejar de realizar; como ya he dicho otras veces, aunque llueva, truene o refusile.

domingo, 19 de mayo de 2013

Compañero de camino.

Siempre que miro hacia un costado, a mi lado va Él; Boro, Toto, o simplemente mi compañero de camino.
Nunca definió tan bien el nombre de una entrada, mi vínculo con Boro y, automática y recíprocamente el de Él conmigo, como lo hace ésta.
Eso somos en este momento de la vida que estamos juntos. Nada más y nada menos que eso.
Siempre estuve esperando tener a alguien a mi lado que viviera por mi y para mi para yo poder responder de igual manera, y con la aparición de mi perro en mi vida esto se dio de cabo a rabo.
Y se dio con la llegada de mi amigo animal porque la vida entre los humanos carece muchas veces de esta entrega de la que hablo.
Esa misma entrega que yo sí puedo dar a otro ser viviente, sea humano o animal, ya que no hay diferencia alguna para el hecho de ser compañía entre unos y otros.
Pero ocurre que en la parte humana no aparece fácilmente esa predisposición para ser en el otro y poder aplicarlo no quedándose en las palabras o en la idea; y en los animales, y específicamente en los perros, bueno..., en ellos no hay más que abrazarse a la vida compartida y junto a uno de esta especie para saber que sólo es eso -vivir en el otro como parte de la única felicidad posible- lo que quieren.
Por eso, con Toto esperando en una esquina tan hermoso y educado, defino visualmente lo que Él es en este lapso de tiempo eterno y brillante que vivimos juntos en esta vida, para mí.
Él me acompaña y está a mi lado, como se lo ve, a cada paso que doy. Algo que me reconforta y me hace sentir muy valorado en la vida.
Y nosotros vivimos este momento en nuestro ahora, y esto somos ahora; dejándonos absolutamente tranquilos, satisfechos y felices todo esto de ir juntos por la vida. De ir, nunca tan bien expresado, a la par.

sábado, 18 de mayo de 2013

Llegaron esos días y esas noches.

Llegaron los días -con sus respectivas noches- en los que yo me abrigo bastante para salir con Toto a la calle y seguramente más adelante vendrán también aquellos en los que mi perrito saldrá abrigado con su polar verde, ese que tanto lo hace frotar contra la pared del pasillo de nuestro edificio mientras esperamos el ascensor para bajar a dar su paseo. Jaja!
Todavía no lo abrigo -a Él- ya que si lo hago desde ahora, en otoño, cuando llegue el invierno no se que me va a quedar por hacer; aunque de todos modos no siempre sale abrigado tampoco durante el tiempo más frío del año ya que como se sabe, los labradores al igual que otros perros cobradores, tienen doble capa de pelo y un pelaje resistente al frío porque son básicamente perros cobradores (recogedores) además de ser perros de agua.
Va llegando el frío, o mejor dicho ya ha llegado, y retratos típicos de este tiempo comenzarán a aparecer en este blog de Mi Boro y Yo.

viernes, 17 de mayo de 2013

♥ LO AMO ♥


¡Qué hermoso pichichus! ¡Es todo un modelo publicitario!
Lo quiero y sólo puedo verlo con ojos de amor.
Él es tan bueno y tan lindo que adoro tenerlo conmigo.
♥ LO AMO ♥

jueves, 16 de mayo de 2013

Siempre estaré allí cuando necesite de mi abrazo.

Cuando está regalón y quiere mimos -hay días que se lo nota así más que otros aunque siempre lo sea y los busque- se acerca a mi en determinados momentos de su visita al parque y permanece a mi lado sentado, pegado a mi literalmente, y entonces yo lo abrazo y Él se queda, y son éstos de esos momentos en los que agradezco a la vida tener el compañero animal que tengo.
Lo amo. Boro es una dulzura en todo tiempo y lugar y merece lo mejor de mí. Siempre estaré allí cuando necesite de mi abrazo.

miércoles, 15 de mayo de 2013

Lo miro.

Lo miro y veo mansedumbre. Lo miro y veo belleza. Lo miro y veo bondad. Lo miro y veo felicidad. Lo miro y veo dulzura. Lo miro y veo amor. Lo miro y veo luz. Lo miro y veo parte de mis días. Lo miro y veo a alguien importante en mi existencia. Lo miro y veo algo bueno para mi vida. Lo miro y veo fidelidad. Lo miro y veo predisposición para agradar. Lo miro y veo sentimientos. Lo miro y veo pureza. Lo miro y veo presencia. Lo miro y veo prestancia. Lo miro y veo nobleza. Lo miro y veo amistad. Lo miro y veo libertad. Lo miro y veo confianza. Lo miro y veo compañía. Lo miro y veo cariño. Lo miro y veo unión. Lo miro y veo fortaleza. Lo miro y veo simpleza. Lo miro y veo majestuosidad. Lo miro y veo valoración. Lo miro y veo ganas. Lo miro y veo afecto. Lo miro y veo complemento. Lo miro y veo magia. Lo miro y veo paz. Lo miro y veo movimiento. Lo miro y veo suavidad. Lo miro y veo entrega. Lo miro y veo paciencia. Lo miro y veo perfección. Lo miro y veo despreocupación. Lo miro y veo satisfacción. Lo miro y veo protección. Lo miro y veo lo mejor. Lo miro y veo lo más lindo. Lo miro y lo veo a Él, a mi Boro, siempre a mi lado, convirtiendo mi vida en un camino de emociones increíbles.

lunes, 13 de mayo de 2013

Así le gusta rascarse.

Siguiendo con el estilo de la presentación de antes de ayer de la imagen de un momento en el que Boro está en una situación común y cotidiana de su vida ahora les muestro a través de la presente entrada al susodicho rascándose el lomo contra una planta en la plaza. 
Arbustos bajos y cualquier tipo de plantas que Él encuentre aptas para ese metier son oportunas en su finalidad de rascado.
Adora rascarse la espalda de esta manera, lo vuelve loco de placer y se le nota en la carita de alegría y satisfacción que pone cuando está en medio de tal empresa; ardua por cierto, y a la que le dedica un breve y fugaz par de segundos pero totalmente intensos y cargados de la potencia y la energía que se requieren para este rascado violento que lleva a cabo valiéndose de la naturaleza misma.
No es de sucio que se rasca, aclaro. Esa vez de la foto por ejemplo, se fue a rascar luego de que yo terminara de cepillar su manto. Es mera costumbre. Y mero placer. Eso presumo. No hay otra.

domingo, 12 de mayo de 2013

Tirarnos a disfrutar.

Cada vez que en la salida larga del día nos llegamos hasta una plaza o parque, como en el caso de esta fotografía, Boro hace de todo allí.
A saber: jugar con perros que encuentre, tratar de seducir a perras que encuentre, hurgar por todo el terreno en busca de olores y de ¡vaya a saber que!, correr, ir y venir hacia donde yo esté, y todo lo que en general puede hacer un perro cuando llega a una plaza y quiere pasarlo bien y socializar con el resto de los allí presentes, ya sean perros o humanos.
Yo, como se imaginan, una vez llegados al parque no le sigo el ritmo ni la rutina porque sería agotador además de tedioso para mi.
Entonces me siento en el pasto y escribo entradas para mi blog, leo el libro que esté leyendo en ese momento si es que salí con mochila y lo cargué previendo poder hacer esto, me relajo, o no hago nada ya que no siempre hay que estar haciendo algo y se puede estar en ese lugar de inmensidad que es tan aconsejable frecuentar cada tanto, como el de la nada; ese de la libertad absoluta con respecto a todo y a todos.
Bien, retomando el hilo de esta entrada y como les decía, me tiro al pasto y es ahí que en algún momento llega Boro, puede ser en varios momentos durante su visita al lugar o directamente hacia el final cuando ya jugó e hizo todo lo que quería y se encuentra cansado. Es entonces cuando Él se tira por ahí (como en la foto) y se queda a mi lado descansando en el pasto, también.
Tirados, sí. Los dos. Absolutamente tirados en el suelo. Sintiendo en mi caso la tierra fresca, y por estos días cada vez más fría, y la hierba que crece y es tan lindo percibir en su textura y aroma. Y en el caso de Boro, igualmente tirado descansando y disfrutando de la vida que le tocó en suerte a mi lado, que parece -se nota- le sienta muy bien y la vive a pleno.

sábado, 11 de mayo de 2013

Sabe que hay que esperar.

En esta ocasión les presento una imagen de mi dulce Boro esperando para cruzar la avenida.
Es muy educado, muy bien aprehendido mi perrito, y sabe que ya sea avenida, calle, o pasaje, siempre tiene que esperar mi autorización para cruzar.
Le he enseñado esto y todo lo que hace que sea un compañero canino ideal para andar por la calle sin mayores preocupaciones no sin mucho esmero y constancia para que su aprendizaje sea óptimo y provechoso para ambos, humano y animal.
Acá lo tienen entonces, a punto de internarse en la plaza que está frente a la Televisión Pública, y aunque con muchas ganas de cruzar hacia allá, esperando el momento en que le esté permitido hacerlo.

viernes, 10 de mayo de 2013

Totalmente afianzada.

Nuestra relación de compañeros humano-animal, con la única y necesaria diferenciación de jerarquías explicada en Boro, mi Boro, está totalmente establecida y afianzada en el amor y el respeto mutuos.
Él me respeta y hace caso a mis órdenes en momentos imperiosos y por lo tanto yo procedo de igual manera respetándolo y tratando en la medida de lo que pueda (lo entienda) de hacer lo que Él desea; siempre que se pueda, claro está.
¿Un ejemplo? Bueno, va por partida doble.
ÉL ME RESPETA obedeciendo mis órdenes de no cruzar la calle si ve un perrito o una perrita en la vereda de enfrente por ejemplo, ya que me mira para ver si obtiene mi aprobación (o no) y ante mi negativa, simplemente no cruza y continúa su camino junto a mi. Ahora bien, si le digo cruzá (cuando bajamos antes de dormir y enfrente está nuestro vecino con Ciro, el salchicha, su perro, por ejemplo) Boro es el más veloz también en acatar la aprobación del pedido de su mirada cruzando raudo bajo mi autorización.
YO LO RESPETO cuando caminando en las bajadas express que realizamos para que haga sus necesidades y nada más que eso, es decir bajadas cortas, se queda inmóvil mirándome en una esquina porque (asumo) quiere ir en otra dirección de la que yo tomé; y entonces yo regreso hasta donde Él está y cambiamos la cuadra a caminar mientras ahora sí él avanza animosamente. (Otra explicación no le encuentro a esta forma de reacción que suele tener algunas veces.)
Básicamente estos dos ejemplos -entre los tantos que podría citar- uno por cada parte, sirven para mostrar en forma simple nuestro respeto mutuo, ese mismo respeto que nos pone en igualdad de condiciones, de seres vivos que tienen sus necesidades y requerimientos que deben ser atendidos y entendidos en igual medida.
Esta forma de entendernos nos hace vivir serena y alegremente nuestros días compartidos contribuyendo a la vez a establecer y afianzar el más hermoso vínculo que el ser humano (yo, Facu; en este caso) pueda establecer con el ser animal (Boro, ahora; y en correspondencia a la idea citada) y viceversa, a lo largo de sus respectivas vidas.

jueves, 9 de mayo de 2013

Sale como sale. Pero sale Amor.

¡Uff! La enfoqué re mal parece.
Pero ¿saben qué?, no importa. Lo que quería transmitir en la foto era el amor que existe entre mi Boro y yo; que se renueva y fortalece a cada instante y que cada día cobra mayor potencia y valor para nuestro vínculo. Y creo que se transmitió a pesar del regular encuadre de la toma. Por eso así salió y así quedó.
Él es un hermoso motivo para que sonría así como se ve en la foto tomada días atrás cuando yo llegaba a casa después de varias horas de estar fuera de ella -sin Él- y su recibimiento y alegría al verme fueron sencillamente reconfortantes ante mi arribo, hecho que motivo que no pueda menos que tirarme unos minutos al piso a darle un cariño y responder a tamaña felicidad demostrada por mi aparición.
Por eso publico la imagen que si bien, por poco, casi deja fuera de la toma al principal protagonista de este blog, refleja un poco de parte de la esencia afectiva de nuestra vida compartida.
En este caso importa lo que la foto transmite por sobre como ha salido. Por eso lo de: sale como sale, pero sale Amor.

miércoles, 8 de mayo de 2013

Felicidad.

Boro es tan feliz en su vida
que no puede menos
que transmitir esa felicidad que impregna sus días
con una luminosa existencia
que da reflejos
de la mejor luz a mi ser
y que hace que por tal motivo
yo, Facundo, su compañero de vida humano,
sea también esencialmente Feliz.
GRACIAS BORO. TE AMO.

martes, 7 de mayo de 2013

Se movió.

Porque además de ser hermoso, bello, obediente, bueno, modelo de mis fotos, y todo lo que se quiera decir acerca de Él, Boro es un perro, hay que tenerlo en cuenta; y como tal, se mueve cuando menos te lo imaginás al momento de sacarle una foto.
De todos modos me encantó como quedó, no la borré y decidí dejarla y publicarla en nuestro blog.
Acá está entonces. Toto, girando bruscamente su cabeza justo en el preciso instante en que le tomaba la foto que terminó saliendo muy original de todos modos, como pueden ver.

lunes, 6 de mayo de 2013

Muy a gusto.

Boro está muy a gusto siempre que se encuentra en un parque o en una plaza y no es necesario que esté jugando -con otros perritos o solo- para sentirse feliz y demostrar que lo está pasando bien.
Sentado en el suelo (casi nunca), o en el banco de plaza junto a mi (casi siempre), El sí que sabe disfrutar a su tiempo y manera de este paseo que radica en venir a la plaza y hacer lo que quiera. Lo Él que quiera, repito. Jugar, correr, oler, investigar, y también porque no, descansar.

domingo, 5 de mayo de 2013

Si está limpio...

Ya lo he comentado en mis redes sociales pero nunca en el blog de Mi Boro y Yo.
Mi perro, el que a esta altura ustedes tanto conocen gracias a mis publicaciones de diferentes estilos sobre Él, tiene la costumbre, la imperiosa costumbre, de pasar a investigar todo aquello que, luego de la limpieza general de la casa aparece en ella; limpio, claro está.
Hace algo así como un reconocimiento de las cosas que quizás hace un tiempo que no veía y que entonces al encontrarlas de nuevo en el depto, merecen de su inefable inspección.

sábado, 4 de mayo de 2013

Los dos.

Hasta en las bajadas express de la noche, esas que duran 30 minutos y no mucho más, Boro tiene derecho a tomarse un breve descanso.
Descanso que por cierto tomamos los dos en la mini placita que nos acoge muchas de las noches que decidimos llegarnos hasta la avenida antes de regresar a casa a dormir.
Los dos bajamos. Los dos caminamos. Los dos llegado el momento descansamos. Los dos. Los dos.

viernes, 3 de mayo de 2013

Sólo mirarlo.

Tenerlo ahí a mi lado, sabiendo que es muy feliz por ser parte de mi vida y que aprecia y valora cada instante que vivimos juntos, es algo inexplicable que me hace extremadamente feliz y me sensibiliza de sobremanera.
Él es tan puro y simple que cada día descubro cosas nuevas en nuestro vínculo que, producto de esa sencillez, van enriqueciéndolo al igual que enriquecen mi vida y nuestra vida en común, adornándola con las más hermosas emociones; esas que yo jamás pude haber imaginado que se generarían en el trato cotidiano con un ser animal y parece que me equivoqué en lo que suponía ya que todo es emoción y belleza junto a Él, junto a Boro. ¡Y qué feliz soy al corroborarlo ahora!
Él transmite e impregna nuestra vida (no sólo la mía) de cosas buenas y cargadas de la mejor energía y del más profundo amor.
Por eso verlo ahí a mi lado, cerquita mío, durmiendo sobre uno de sus ositos de peluche y siendo plenamente feliz hasta en su descanso, me hace una persona llena de tesoros, o mejor dicho de "un" tesoro; de ésos (y acá generalizo) que verdaderamente vale la pena poseer, cuidar y, como lo hago en este blog, compartir.