martes, 23 de agosto de 2011

Acá estoy!!

Ausencias prolongadas no significan una baja en la estima y el amor que siento hacia Boro, mi querido labrador; sino que por diversos motivos -que no viene al caso enumerar ya que tampoco son siempre los mismos- me ausento indefinidamente del blog.
De todos modos siempre ando por acá.
Esta entrada express es una prueba de eso!


lunes, 15 de agosto de 2011

El "huesito".


Olvidé comentar y mostrar otro de los chiches súper, preferido de Boro. Este huesito que trajo de una visita a la casa de 1 amiga que vive en el campo y que encontró por ahí ese día cuando era apenas un cachorrito. 


Es otro de sus juguetitos, aunque sea un hueso ya que él lo ve así, y como con tantos de sus chiches hasta se duerme con él como muestra del afecto que guarda hacia cada uno de ellos.


jueves, 11 de agosto de 2011

Seguimos incorporando códigos, día a día.

A medida que mi perro va creciendo, cada vez no vamos entendiendo más y más. Y yo creí que llegado un punto de su vida (y la mía) ya iba a estar todo aprehendido entre nosotros dos pero no, de vez en cuando y cada tanto, me encuentro comprobando que en algún aspecto ya tenemos cierto “código” y nos comprendemos y movemos  siempre de la misma manera. En muchas cosas, claro. Pero para ejemplo basta comentarles dos casos bien diferentes uno del otro.
El primero es el siguiente. Cuando vamos caminando por la calle (vereda) Boro es un Srito. Inglés o un Sr. Perrito Inglés mejor dicho, ya que va muy campante, siempre pendiente de mí y haciendo caso a cada directiva que yo le dé en el momento indicado. Pero hay momentos en nuestra caminata en los que él se queda parado mirándome y yo puedo caminar si quisiera más de media cuadra que él va a seguir estando en el lugar quieto y mirándome. Bueno, eso es una primera muestra del código que nosotros tenemos y que con el tiempo fui entendiendo que siempre se daría de la misma manera entre el y yo.
Lo que quiere decirme Boro con este “quedarse parado mirándome fijo y no avanzar” es que hay una botella y que la quiere agarrar. Entonces cuando me doy cuenta de que él se quedó en esa espera y lo veo, le digo: “Agarrá la botellita” (sic) y recién ahí la recoge y avanza para ponerse a la par mía y reanudar su marcha.
Esto también es un ejemplo de lo obediente y educado que es Toto ya que espera mi permiso hasta para agarrar una botella que encuentra en el piso, que como ya sabrán quienes leen mi blog cada tanto, es uno de sus juguetes favoritos.
Ahora, el segundo ejemplo.
Boro come 2 veces al día. Entre las 11 AM y la 1 PM en primer lugar y entre las 8 PM y las 10 PM finalmente.
El caso es que yo le ponía su alimento balanceado, lo llamaba y hasta que no lo comía no lo dejaba tranquilo, porque tampoco le iba a dejar disponible todo el día el alimento para que lo coma cuando a él se le antoje, ya que todos los dueños, y quienes entienden, de perros sabrán que el can tienen que tener dentro de su estructura organizativa del tiempo para hacer las cosas, un tiempo (que será siempre el mismo) para comer; otro para salir a la calle a hacer sus deposiciones (en el caso de vivir en departamento como Boro), otro para ir a jugar a la plaza o jugar y hacerse mimos con su/s dueño/s, etc.
Bueno, el código entre nosotros (es éste uno de los últimos que se han dado entre él y yo) es que yo le pongo el alimento dentro de ese rango horario y él va a comerlo cuando lo desea pero ya no cuando se lo impongo yo, evitando de esta manera un momento traumático tanto para él que seguramente padecería de mis órdenes y para mí, que recuerdo que me ponía nervioso pensando “este perro no quiere comer!!!”. Y siempre termina comiéndolo dentro de ese tiempo en el que él ya sabe que lo tiene a su disposición.

Como verán vamos incorporando códigos o mensajes implícitos que ambos comprendemos y es esto una muestra de la afinidad y entendimiento mutuo que vamos desarrollando cada día incentivado por el amor y el respeto mutuo que nos tenemos y que hacen de nosotros dos  2 grandes compañeros que viven a pleno su vínculo “Amo-Mascota”.

lunes, 8 de agosto de 2011

Por una red social caí en la cuenta.

Sigo reconfirmando con cada cosa que voy viviendo al lado de mi mascota que fue una gran decisión haber incorporado a Boro a mi vida.

Siempre tiene la mejor energía a pesar de que producto de esa energía a veces me saque de quicio y haga que le pegue un par de gritos, principalmente cuando vamos por la calle y quiere hacer la suya parándose a oler todo lo que encuentra a su paso y a veces por tiempo, o lo que sea, yo quiero ir más rápido y entonces se desencadena la trifulca. Je jeje!
Pero no más que eso ya que nunca se porta mal, siempre me hace caso a todo lo que le digo y le pido que haga y porque además de todo esto es tan bueno conmigo, con las demás personas que se encuentran con él y con los demás perros (con todos los que se le acerquen siempre), que no puedo menos que sólo amarlo y evitar enojarme por cosas que no son hechas por desobediencia sino por la característica propia de todos los perros y más de este tipo de perros que es Labrador Retriever y que tiene un olfato que es uno de los principales sentidos de esta raza, que usa en todo momento y para todo. No en vano son perros cobradores (recogedores) de cosas que están lejos con un olfato súper desarrollado como el que tienen.

Me preguntaron hace un par de días en una de las redes sociales en las cuales participo (tengo un perfil) si amaba mucho a mi perro y ahí en ese momento teniendo que dar una respuesta fue cuando caí en la cuenta de lo mucho que lo quiero ya que generalmente y en el transcurso de los días, sé que lo amo pero no me pongo a cada instante a medir la importancia o el grado de estima que siento hacia él.

Bueno, mi respuesta fue la siguiente: “¡LO AMO CON TODO MI CORAZÓN! ¡SE GANÓ MI AMOR HACE TIEMPO!” (Sic).

GRACIAS BORO. Por vos fue que ayer viví este momento tan especial.

Quiero compartir en este blog Mi Boro y Yo una entrada que publiqué ayer en mi otro blog De todo como en Botica porque es algo que si bien no es específico de la relación “dueño-mascota” que tenemos con mi perro y que plasmo en cada entrada de este sitio, fue algo que viví gracias a él y que es digno de compartir en los dos por lo particular de lo que sucedió.

El domingo pasado a la tarde quedé conmovido con algo que viví en la calle y quiero compartirlo con todos ustedes. Esto pasó:

A través de mi perro, como puente de la situación que viví, pude tener un cimbronazo que me hizo volver a situarme en la senda de valorar realmente las cosas importantes de la vida.
Caminado a casa este domingo y después de haber dado un largo paseo dominical como el que semanalmente realizamos Boro y yo, mi mascota se adelanta unos metros y cuando llego adonde él estaba lo vi con una Sra., que suelo ver muy seguido y que vive en la calle mendigando y pidiendo la ayuda de todo el que pase por ahí, comiendo algo.
El tema es que Boro estaba comiendo un gran pedazo, algo así como la mitad, de un sándwich de matambre casero que la Sra. le había dado.
Yo sin saber que ella lo había compartido con mi perro le pedí disculpas (pensando que él se lo había robado) y ella me dijo que lo vio con hambre y que por eso le dio la mitad de su comida. Boro a todo esto ya se había comido ese regalo y estaba como loco con la mujer, festejándola y moviéndole la cola.
Enseguida pensé que hacer y aunque no sea lo más original o algo digno de contar le compré media docena de empanadas calentitas y cuando fui a llevárselas, ella le quiso dar una a Boro porque decía que lo veía con “carita de ganas”. Y sí, era cierto, ya que él estaba con ganas de sacarle una. Pero eso ya es otro tema.
Claro que no se lo permití y le agradecí su generosidad hasta que por fin la pude convencer de que no se la diera ya que insistía y parecía no querer entrar en razón.
Finalmente aceptó y se quedó, sonriendo, con las empanadas que comenzó a comer.

Conté la historia completa para mostrar algo. No que mi perro come todo lo que encuentre a su paso ó lo que le den cuando va por la calle, ni que yo le compré unas pocas empanadas a la Sra. en reposición de lo que mi perro le había comido. Sino para destacar y demostrar que la generosidad puede estar en todos lados sin importar el nivel cultural ó la clase social, ya que teniendo en cuenta a esta hermosa abuelita (es de edad avanzada o al menos eso aparenta) que vive en la indigencia, porque es así y no hay otra definición para puntualizar su estilo de vida, que compartió con mi perro, CON UN PERRO, parte de la poca comida que tenía no puedo dejar de sentir que puede aparecer en cualquier "alma que anda por la calle", definitivamente. Y yo ayer tuve la suerte de descubrirla ahí nomás, en una Sra. que suelo ver diariamente y que quizás nunca había reparado en ella realmente.

Es así. Cada día podemos tener la suerte (entiéndase desde el lado que lo planteo a este tema de la “suerte”) de vivir este tipo de experiencias que sin duda nos hacen poner los pies sobre la tierra si habíamos volado un poco, en nuestro inconformismo o desaliento diario, y valorar realmente lo que uno tiene, dándose cuenta de que todo lo demás (a nivel material), es en cierto punto un accesorio y que lo bueno y verdaderamente valioso está dentro de uno, en la forma en la que nos movemos y en las cosas nos nacen de adentro y que en definitiva nos definen como personas de bien, amén de tener un poco más o menos que los demás.

Si hay grandeza, poco importará el dinero, la riqueza y la ostentación para que se note en las personas.

Si hay grandeza aflorará de cada uno de nosotros como surgió de esta Sra. que protagoniza la historia que vivimos el domingo mi mascota y yo.




viernes, 5 de agosto de 2011

Mimosón, siempre tan dulce!! ♥

Ayer jueves, después del mediodía, relajándose con Osín mientras hacía la digestión de su alimento que había comido más tarde que de costumbre.


Optó por la cama y me pareció perfecto así que ahí se quedó y descansó plácidamente durante un buen tiempo.
GRACIAS POR SER TAN BUENITO Y TAN DULCE BORO.
TE AMO!! ♥



jueves, 4 de agosto de 2011

Una siesta justa en tiempo y lugar.


Hoy Jueves 4 de Agosto de 2011 tipo 20.30 hs, estaba agotado y para llegar a la cena y poder tenminar el día como corresponde, me dormí una siesta, medio tarde para llamarla así pero siesta al fin, junto a Boro; que subió a mi cama y lo agarré, lo apretujé entre mis brazos y nos dormimos los dos unos 20 minutos que estuvieron perfectos y me dejaron a nuevo para enfrentar el último tramo del día.
Estuvo genial. Y Boro, siempre junto a mi hasta en este tipo de emprendimientos!!! Un capo!!


Las dos "baratijas".

Acá podemos ver a Boro con sus 2 juguetes preferidos, improvisados por él mismo claro, que constituyen el tipo de chiches más barato que ha tenido y que adora tener!!!


Sisii! Son, a saber: su botella "de turno" y su abatido y maltrecho camello.
Como verán, me sale súper económico en materia de juguetes mi lindo perrito!!! Jejee!!


Toto (Boro también es Toto) y sus botellas.



Tres imágenes de un mismo momento en el que mi perro disfruta de uno de sus juguetes preferidos, "recolectados de la calle" a medida que camina por las cuadras del barrio.
Es que son sus botellas otros de los ya comentados chiches que él adora!! ☺
Algunas que le regalo (le doy) yo y otras que, como he dicho, se trae él solito de sus salidas a la calle.
Son miles y están por toda la casa!!!
Como podrán ver, Boro es botellero a full! Jaja! Pero es tan bueno y adorable que le permito que las traiga y juegue con ellas. Lo merece.



Boro y su camello, o lo que queda de él. ☺

VAMOS CON DOS PRUEBAS FEHACIENTES DE LA ENTRADA ANTERIOR A ESTE BLOG. Jejejee!!

Acá, 2 fotos que corroboran el amor que Boro tiene por su ya destruido camello blanco.
Lo tiene, lo quiere y ni le importa dormirse con él en la boca.
Total, es suyo y lo adora!! ☺

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miércoles, 3 de agosto de 2011

JUGUETES DE PERROS: hay amores que prevalecen a pesar de todo.

Es así, los perros no miden las cosas que tienen en medida de valores económicos como lo podemos hacer los humanos y esta es la prueba de lo que comento en esta entrada que viene con foto para que lleguen a comprender la magnitud de lo que comparto acerca de mi mascota.
Boro tiene muchos, pero muchos juguetes; y los peluches, así como los muñequitos de goma con chifle, son los que más abundan dentro de los cestos donde están todos ellos agrupados para que no anden tirados por el piso de toda la casa, al menos la mayor parte del día ya que él lo saca, los revolea y juega con ellos hasta que cada tanto yo paso por ahí y los recojo para ponerlos en su lugar. No siempre porque sería un plomo y no le dejaría espacio ni tiempo para jugar y hacer lo que quiera con sus chiches. Pero si de vez en cuando.
Bueno, tiene muchos juguetes entonces de todas las clases, formas y texturas; y a éstos se les suman las botellas que va recolectando en la calle en cada bajada que hago con él. Pero, como si esto fuera poco, tiene también "1 chiche" que hasta ahora jamás había comentado de su existencia y que es de gran importancia para Boro ya que lo prefiere de entre la mayoría de los que tiene que, como sabrán (como he comentado), son de diferentes estilos y sofisticación, además de revestir un importante precio de compra en más de un caso.
Bueno, éste que él tanto quiere y no se cansa de morder y tener a su lado cuando duerme y que está en su vida desde hace más de 1 año es una "sorpresita" de esas que vienen dentro de los huevos de pascua; de uno de hace 2 Pascuas atrás que me habían regalado y que así como para no tirarla directamente yo se la dí a mi perro porque era un camello blanco de plástico, chiquito y gracioso. Nada más. Nunca llegó el momento de tirarlo ya que no se como se fueron dando las cosas pero resultó ser, hasta el día de hoy, un chiche que él adora y que es de los únicos que lo hace revolver todo el cesto de juguetes hasta que logra encontrarlo.
Si obsevan la foto de su juguetito que en otros tiempos tuvo forma de camello y que en la actualidad, producto de su uso, mordidas paulatinas y traqueteo ha perdido, pueden ver que sólo queda de él una masa amorfa de plástico que poco deja ver el animalito que era. Pero; así y todo sigue siendo el amado juguete de Boro.
Por eso, es así y hay amores que prevalecen a pesar de todo. No hay otra.