miércoles, 3 de agosto de 2011

JUGUETES DE PERROS: hay amores que prevalecen a pesar de todo.

Es así, los perros no miden las cosas que tienen en medida de valores económicos como lo podemos hacer los humanos y esta es la prueba de lo que comento en esta entrada que viene con foto para que lleguen a comprender la magnitud de lo que comparto acerca de mi mascota.
Boro tiene muchos, pero muchos juguetes; y los peluches, así como los muñequitos de goma con chifle, son los que más abundan dentro de los cestos donde están todos ellos agrupados para que no anden tirados por el piso de toda la casa, al menos la mayor parte del día ya que él lo saca, los revolea y juega con ellos hasta que cada tanto yo paso por ahí y los recojo para ponerlos en su lugar. No siempre porque sería un plomo y no le dejaría espacio ni tiempo para jugar y hacer lo que quiera con sus chiches. Pero si de vez en cuando.
Bueno, tiene muchos juguetes entonces de todas las clases, formas y texturas; y a éstos se les suman las botellas que va recolectando en la calle en cada bajada que hago con él. Pero, como si esto fuera poco, tiene también "1 chiche" que hasta ahora jamás había comentado de su existencia y que es de gran importancia para Boro ya que lo prefiere de entre la mayoría de los que tiene que, como sabrán (como he comentado), son de diferentes estilos y sofisticación, además de revestir un importante precio de compra en más de un caso.
Bueno, éste que él tanto quiere y no se cansa de morder y tener a su lado cuando duerme y que está en su vida desde hace más de 1 año es una "sorpresita" de esas que vienen dentro de los huevos de pascua; de uno de hace 2 Pascuas atrás que me habían regalado y que así como para no tirarla directamente yo se la dí a mi perro porque era un camello blanco de plástico, chiquito y gracioso. Nada más. Nunca llegó el momento de tirarlo ya que no se como se fueron dando las cosas pero resultó ser, hasta el día de hoy, un chiche que él adora y que es de los únicos que lo hace revolver todo el cesto de juguetes hasta que logra encontrarlo.
Si obsevan la foto de su juguetito que en otros tiempos tuvo forma de camello y que en la actualidad, producto de su uso, mordidas paulatinas y traqueteo ha perdido, pueden ver que sólo queda de él una masa amorfa de plástico que poco deja ver el animalito que era. Pero; así y todo sigue siendo el amado juguete de Boro.
Por eso, es así y hay amores que prevalecen a pesar de todo. No hay otra.



3 comentarios:

Pichines dijo...

como te entiendo !! a Peque también le gusta un juguete más que ninguno. Es un trozo de tela con un nudo que le hizo en su día mi mama y cada vez que vamos a casa de mi papa busca el trozo de trapo que ya está todo destrozadito pero él le da igual. Lo sigue queriendo y eso que le hicimos uno nuevo pero él quiero el viejo... será también porque a su manera se acuerda de mi mama. XDD

Facundo Hisi dijo...

Hola Neka!!! Claro!! Ellos eligen y aman a sus 'chiches' por sobre los demás y vaya a saber uno el porque de su elección!!! Saludos y gracias por el comentario!!!!

Pichines dijo...

por aquí estaremos jejeje, mi blog es solo de viajes, así que hasta el próximo no escribiré nada que será en breve jajajaja. Besos Facuuuu