domingo, 10 de junio de 2012

La más hermosa compañía.

Hay días de la semana en los que me siento más solo que en otros. Y sí, yo, al igual que mucha gente que vive sola en una ciudad grande y llena de gente, a veces me siento así, solo.
Los domingos, especialmente en los atardeceres cuando ya va terminando el día y estoy en la plaza con Boro, es un momento en el que aflora esa soledad que si bien no es total ni me sumerge en un estado de desamparo ni de tristeza debido, entre otras cosas, a que tengo conmigo al ser más hermoso y compañero que jamás había pensado que iba a tener y que por supuesto es Él, Boro; de todos modos viendo que se termina el finde y arranca una nueva semana siento un poco de esa soledad que me hace sentir que estamos solos en el mundo mi Boro y yo. Es decir, solos en ese momento cuando cada uno está en lo suyo, con los suyos (momento que te indica quienes son tu compañía posta, la real) y es ahí donde veo que lo que realmente tengo en materia de compañía es justamente mi perro.
Gracias otra vez entonces, Toto querido, por ser siempre desde tu llegada a mi vida, la más hermosa compañía que jamás imaginé tener.

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