domingo, 22 de abril de 2012

DÍA DE LA TIERRA.


HOY ES EL DíA DE LA TIERRA Y NOS SUMAMOS MI BORO Y YO EN ESTE FESTEJO, QUE DEBE CONGREGARNOS CADA DíA DE NUESTRA VIDA A TODOS LOS QUE LA HABITAMOS, PARA HONRARLA, PROTEGERLA, VENERARLA Y RESPETARLA COMO NUESTRO PRIMER Y PRINCIPAL HOGAR.


sábado, 21 de abril de 2012

Un mensaje que parte de mi y encuentra asidero en más de un/a dueño/a de perritos.

Tal es la felicidad que me provoca ver a mi perro a mi lado (usando el "a mi lado" figurativamente como indicio de tenerlo cada día acompañándome y siendo parte de mi vida) que debo, es más, necesito y me urge expresarlo una vez más en este blog, su blog y mi blog también, porque no.
Todas las entradas de mi blog tratan de lo mismo o redundan en los mismos temas que aparecen una y otra vez intercalada y continuamente, y ¿qué más puedo pretender de un espacio que ha sido creado para desandar esos temas que comparto sobre Mi Boro y Yo y sobre la enorme e imprescindible dicha tener un compañerito de vida de la especie animal y perro para ser más específico?
Es así. Dichoso de mi y de todos y todas los/as que como yo pueden hacer suyo este mensaje que sale ahora de mi blog y que deja de pertenecerme para pasar a ser de quien lo lea y lo entienda como propio.

viernes, 20 de abril de 2012

Siempre juntos.

SIEMPRE JUNTOS.
SIEMPRE.
ESTABA PREDESTINADO
TANTO PARA ÉL
COMO PARA MÍ
ESTARLO.
GRACIAS AL DESTINO, A LA
VIDA, A QUIEN
CORRESPONDA;
POR ESTE
ENCUENTRO QUE
NOS REGALARON.

G R A C I A S ! !

miércoles, 18 de abril de 2012

Anteayer. Mal momento propio de perros y... amos.

El otro día, estando en una plaza y teniendo en cuenta que yo carezco del falso prurito sobre que las razas hacen que todos y cada uno de sus perros sean como el general de las razas dejan ver que son algunas de ellas, se acerca un ovejero alemán enorme, hermoso, de un manto (pelaje) espero y bien distribuido en sus colores y gama de manchas y de una elegancia absoluta y el resto de personas (todas mujeres en ese momento) se desesperaron y comenzaron a decir "¡Cuidado con ese perro!!" y "¿De quién es ese perro policía?".
Yo no hice caso y dejé que se acercara a Boro; acto seguido se olieron y ahí quedó todo.
Después de esto me relajé con respecto al hecho de que, de haber notado cierta agresividad en el ovejero alemán (porque sé que en mi Boro no existe agresividad alguna) hubiera quedado alerta para evitar cualquier incidente de este perro cuando se acercara a los otros (perros) que por ahí andaban en ese momento, y fue justo ahí cuando me dejé estar que al mirar para el lado de Boro veo que lo estaba arrinconando junto a una fuente a de agua (el ovejero alemán a mi Boro) con una postura intimidante y que mi perro, nada hacía ya a esta altura; ni responder mis llamados de acercarse adonde yo me encontraba (inútilmente e irresponsablemente lo llamaba ya que de hecho sé que en esos momentos cualquier movimiento en falso como querer abandonar el lugar que ocupa cada perro es motivo para que se desencadene la trifulca canina) y fue así que de un segundo a otro, creo que cuando Boro se dispuso a venir hacia donde yo estaba, el otro perro se abalanzó contra mi labrador y se armó la pelea.
Boro no pelea, no tiene agresividad y no anda buscando pleito nunca, jamás; pero en el caso de ser atacado, como ocurrió en ese momento, obviamente se defiende e intenta zafar de la lucha no sin demostrar bravura y valentía, por supuesto. Y debo decir que ésta fue una de las primeras, sino la primera, de las veces que se impuso y que lo vi defender su vida y porque no la mía ya que me encontraba a escasos metros de Él, con el arrojo y la nobleza de sólo sortear el embate y ante el menor indicio de poder frenar la pelea cuando el dueño (irresponsable dueño [un boludo en realidad] por dejar un perro que busca roña que ande suelto haciendo precisamente eso) pudo quitar a su perro del campo de batalla perruno, se alejó acercándose a mi, Él solito, por motu proprio.
El resultado concreto (que quedó) después de la riña provocada por el perro ovejero alemán, que debería haber estado mejor controlado por su dueño se plasmó en el collar de mi perro Boro que, producto de los ataques de este perro pleitero, se rompió.
En fin, uno de esos malos momentos a los que hago referencia entre otros tipos de momentos en la entrada Nuestros momentos de este mismo blog. También gajes del oficio de tener perros sí, pero no de los que mi Boro y yo estamos acostumbrados a experimentar ya que es nuestra filosofía canina y humana, respectivamente, la de evitar todo tipo de discordia y momentos agresivos en la vida de cada uno de nosotros y por acto reflejo en la vida de todos los demás, perros y humanos, también respectivamente e incluso de ambas partes con respecto a ambas partes también.

Ayer. Felicidad en su estado más puro.

Anoche, antes de bajar (vivimos en un edificio de varios pisos) por última vez en el día a Boro a hacer sus deposiciones (este blog trata de la vida de un dueño y su perro así que voy a hablar directamente y sin rodeos total, nadie se va a espantar por leer lo que todos saben que hacen los perros cuando salen a la calle con sus amos) y mientras lo buscaba por el departamento para tal fin, me lo encuentro muy dormido en mi cuarto, arriba de mi cama y en la oscuridad de la habitación que solo era iluminada por el reflejo que llegaba desde el living.
El hecho es que al verlo tan dormilón, tan dulce y tan lindo; y sumado a esto el punto crucial de que yo venía con un dolor de cabeza tremendo, postergué la salida y me tiré con Él quedándome (yo) dormido y continuando (Él) con su sueño plácidamente por algo más de media hora.
Fue una siesta nocturna, desde las 11.20 PM hasta las 11.55 PM apróx., lo que duró este impensable momento que disfruté y seguramente disfrutó Boro también, mientras el silencio y el sueño se apoderó de nosotros dos.
Al cabo de ese tiempo, nos incorporamos y salimos a la calle para dar la última vuelta y volver, y ahí sí, a dormir hasta el día siguiente, es decir hasta hoy.

Así de espontáneo y distendido es el vínculo que tenemos con mi compañerito de vida y que tanto bien nos hace desde que Él llegó a ella. Son constantes mimos al alma que nos damos todos los días. Es Felicidad en su estado más puro.

Yo te lo permito.

Sí, mi lindo perrito.

Dormí donde quieras.

martes, 17 de abril de 2012

domingo, 15 de abril de 2012

Cuando no puede pasar, espera afuera.

Así esperaba Boro en la puerta de un local de la Avda Santa Fé la tarde de ayer sábado, sabiendo que Él no podía entrar.
Para entretenerse solito, ahí quedó afuera en la vereda, con una botella que es su juguete favorito.

sábado, 14 de abril de 2012

viernes, 13 de abril de 2012

Me increparon y nos increparon.

Hace un tiempo atrás, estando con Boro en un parque al que no solemos ir demasiado seguido, una persona del sexo masculino de entre unos 35 y 40 años de edad comenzó a hablarle a Boro, a llamarlo con silbidos, con golpes de manos y demás gestos elocuentes de querer llamar su atención.
En un momento me busca la mirada y en el preciso momento que (me) la encuentra me pregunta por su nombre.
Le digo que se llama Boro y continúa preguntándome cosas (en clara señal de que quería hablar), todas referidas al perro.
En un momento dice algo así como: "Esperá que llevo mis cosas ahí así hablamos más tranquilos" (¿?) y se acerca adonde yo estaba sentado escribiendo una entrada para alguno de mis dos blog, este o De todo como en Botica, con su bicicleta, su mochila y algunas otras cosas que tenía con él.
Esto, todo normal, o bastante común ya que después al hablar con él corroboré (porque me lo dijo expresamente) que muchas veces se sentía solo y que salía, a pesar de no tener ganas, a hacer actividades (deportivas) al aire libre, a leer, o simplemente a pasear para no estar tan solo y poder eventualmente relacionarse con personas como lo estaba haciendo en ese momento conmigo.
Bueno, normal según como se mire esta situación, pero ese no es el tema de esta entrada.
El tema es que en un momento me tiró, producto de ver y escuchar algo que quizás yo habré dicho de Boro en el devenir de una charla sin mayores momentos de relevada importancia, que él creía que yo estaba tratando a mi perro como a un hijo o que le estaba dando ese lugar en mi vida (no lo recuerdo textualmente, aunque si recuerdo la idea de lo que expresó).
¡Para qué! Se metió justo en un tema que yo tengo súper abordado y analizado, y considerando que ya había tenido otras intromisiones, camufladas como pensamientos expresados en voz alta, le expliqué que en primer lugar me parecía descortés o al menos inapropiado exteriorizar esa opinión de una persona teniendo en cuenta que esa persona, es decir yo, era alguien a quien apenas acababa de conocer, si es que se puede usar esta palabra, "conocer", para un intercambio de palabras que nada dejaron en mi y creo (espero) que en él tampoco.
Hacía poco que yo había escrito mi entrada Sumé a Boro a mi vida como compañía, y para dejar de estar solo en la que justo hablo del tema de considerar (o no) al animal que uno tiene por mascota como parte de la familia y darle (o no) el lugar que le corresponde como animal, teniendo en cuenta todo lo que se lo estima y ama; así que reforcé mi idea remitiéndome a esta publicación de mi blog (ahí se enteró que tenía dos blogs ya que le nombré a éste y al otro que cito al comienzo de esta entrada) y después, minutos más minutos menos, la charla fue llegando a su fin porque sinceramente no daba para más.
Y no fue porque no aceptara una opinión que no comparto, para nada, sino porque disentíamos en todos (o casi todos) los pocos temas que tocamos y él, aunque muy cordial y muy halagador por momentos según lo que yo decía de algunos temas, resultó bastante (muy) contrario e inquisidor a todo lo que yo veía bien. Me retrotrajo a otra época escucharlo hablar y opinar "de esto y de aquello". Así como pacato y quedado en el tiempo.
Para terminar recalco que fue cuando me increpó con el tema de Boro y por tal motivo pensé " ¿con qué autoridad me venís a decir esto, chabón?", cuando comencé a dar por terminada mi charla con este desconocido ya que en definitiva nos estaba increpando a los dos, a mi Boro y a mi.

jueves, 12 de abril de 2012

Nuestros momentos.

Comparto diariamente diversos tipos de momentos con Boro.
Están los placenteros dentro de los cuales se encuentran nuestras largas caminatas por la ciudad, las visitas a las plazas, los viajes al mar, las horas compartidas en casa y así muchos otros más que podría seguir enumerando sin encontrar fácilmente un final para esta lista.
Están los apremiantes o estresantes que se dan cuando algo feo o traumático le pasa a mi perro o a mi como por ejemplo los ataques que alguna vez se liga mi Boro por el carácter de perros desconocidos (para nosotros) que resultan ser agresivos y "de los que atacan" y que al estar yo con Él vivimos alertamente los dos. Esos mismos ataques que muchas veces se profieren algunos perros entre ellos y de los que es mejor alejarse y evitarlos a toda costa.
Están los emotivos, como son los que aparecen cuando estamos solitos en casa, yo escuchando música quizás, leyendo o en la computadora y Él simplemente a mi lado acompañándome y estando ahí, conmigo y en mi vida. Son emotivos porque con el simple hecho de dejar lo que estoy haciendo por un momento y verlo, ya me emociono por la pureza, fidelidad y el amor que veo y siento que Boro representa para mi.

Están los tristes y si bien no son los más comunes entre Él y yo debo reconocer que están. Se da este tipo de momentos frente a algunos contratiempos que tengan que ver, o no, con mi perrito o directamente conmigo. Si yo estoy triste, sea por el motivo que sea, Él estará ahí junto a mi, siempre, transmitiéndome su afecto, su paz y su presencia.
En fin, muchos momentos atravesamos juntos desde que comenzó a compartir su vida con la mía. Podría agregar momentos musicales, momentos de silencios, momentos de tranquilidad, momentos de alteración, momentos de nerviosismo, momentos de diversión, momentos de felicidad, momentos de angustia, momentos de dolor, momentos de enojo, momentos de reflexión, momentos de descanso y resumiendo, momentos de la vida misma que llevamos adelante entre los dos.
Todo esto nos une, nos contiene y nos hace disfrutar y volver a elegir diariamente esta vida compartida, esta simplicidad y a la vez inmensidad e intensidad de momentos compartidos que se dan entre Él y Yo.


miércoles, 11 de abril de 2012

Este es mi perro. Mi compañerito de todos los días de mi vida.

Siempre tan bueno.
Siempre tan hermoso.

Sos el ejemplo.

Mucha gente puede estar o pasar por la vida de cada uno de nosotros, de todos, pero los compañeros de vida, léase mascotas, siempre serán los seres vivos más fieles y constantes en el hecho de estar al lado de uno, siempre, a pesar de todo, y sin desfallecer.
BORO, SOS EL EJEMPLO EN MI VIDA DE LO QUE ACABO DE EXPRESAR Y ME ENGRANDECE TENERTE A MI LADO.
TE AMO.

martes, 10 de abril de 2012

Nos acompañamos hasta en este tipo de cosas.

Me encanta acompañar a mi Boro en momentos en los que no cualquier amo acompañaría (quizás) a su mascota, y prueba de ello es esta entrada que muestra a Boro comenzando a comer su alimento balanceado, estando en Mar del Plata donde muchas veces y producto de la excitación y alteración que le produce estar en esta ciudad "con mar" paseando gran parte del día y por el simple hecho de cambiar de ambiente (de ciudad) y de lugar, se muestra un poco haragán para comer al principio.
Por eso, y porque ahora está comiendo y a mi me parece muy bien que lo haga, aprovechando que lo hace me quedo a su lado (escribiendo esta entrada en mi BlackBerry que seguramente será publicada a nuestro regreso a Buenos Aires, durante la semana) ya que ante la menor distracción o ruido extraño que se dé en este momento "el perrito" deja de comer y, la verdad, pretendo que se termine su ración diaria, de la noche; y teniéndome a su lado sé que va a comer tranquilo y cumplirá mi cometido.

¡¡Nos acompañamos hasta en este tipo de cosas con Boro!!! ¿¿Lo pueden creer???

lunes, 9 de abril de 2012

MI AMIGO MÁS FIEL.


Cada amigo animal ocupa un lugar diferente en la vida de su amigo humano. Eso es algo inherente a la forma de ser de cada dueño, del animal que lo acompaña y del contexto en el cual se desarrolla la convivencia de ambos.
Mi Boro está SIEMPRE presente en mi vida, en cada minuto, y es quien me da el sosiego en momentos en los que, si no lo tuviese, lo pasaría muy mal.
GRACIAS MI PERRITO. MI BORO. MI AMIGO FIEL.

Yo soy tu Amigo Fiel by Toy Story on Grooveshark

domingo, 8 de abril de 2012

Acabamos de llegar de Mar del Plata...

...y Él duerme a mi lado, ahí cerquita mío, mientras yo desarmo mi bolso y su mochila. 

Es tan linda la vida teniéndolo a Boro junto a mi, siempre, que no puedo menos que ser Feliz.



jueves, 5 de abril de 2012

Cero agresión.

Boro se acerca alegremente a saludar a todo perrito que se le cruce en sus paseos diarios y a veces algunos lo atacan, lo sacan carpiendo y lo quieren morder.
Él, obvio que puede defenderse, pero prefiere salirse de la riña y evitar esa mala onda canina, por supuesto. 

Reflejo de su amo, cero agresión en la vida. Para eso ya está la vida misma y sus avatares.

miércoles, 4 de abril de 2012

martes, 3 de abril de 2012

Cuando vamos a la plaza...

...además de distraernos y pasear los dos, cada uno hace sus cosas e independientemente disfruta de ese momento al aire libre y en compañía de otras personas y otros animales.
Yo, aprovecho y escribo entradas para mi blog que guardo y luego reviso y publico cuando llego a casa, leo otras veces y fundamentalmente descanso y me relajo disfrutando con sólo mirarlo a Él jugar, correr, caminar, buscarme y venir hacia mi cada tanto para corroborar que ahí estoy, esperándolo.
Él, por su parte, no deja de buscar perritos para acercarse y olerlos (qué más van a hacer los perros si están los que dicen que han nacido para olerse!), corre tras perritas en celo, y también tras las que están castradas, las que no lo están y hasta tras las que tampoco están con el celo; en fin corre tras los perritos y perritas que divisa en el lugar; huele mucho y todo, juega, lo pasa bien y es feliz.
Así estamos en la plaza diariamente y yo sumaría a la breve descripción de mi parte que, al igual que Boro, yo también lo paso bien y soy feliz allí.

Es que todo lo que hacemos juntos, Boro y yo, remite a siempre a la felicidad. No hay otra explicación.

lunes, 2 de abril de 2012

domingo, 1 de abril de 2012

Es tan fácil.

Es tan fácil adorarlo si siempre en este tipo de días, puntualmente los domingos, hace que me sienta acompañado y su presencia en mi vida es total y absolutamente imprescindible.