Por eso, y porque ahora está comiendo y a mi me parece muy bien que lo haga, aprovechando que lo hace me quedo a su lado (escribiendo esta entrada en mi BlackBerry que seguramente será publicada a nuestro regreso a Buenos Aires, durante la semana) ya que ante la menor distracción o ruido extraño que se dé en este momento "el perrito" deja de comer y, la verdad, pretendo que se termine su ración diaria, de la noche; y teniéndome a su lado sé que va a comer tranquilo y cumplirá mi cometido.
¡¡Nos acompañamos hasta en este tipo de cosas con Boro!!! ¿¿Lo pueden creer???
No hay comentarios:
Publicar un comentario