martes, 31 de julio de 2012

Vacaciones de verano, para brindar energía todo el año.

En días tan fríos como los de este julio del invierno de 2012 está bueno recordar -fotográficamente al menos- algún momento de las vacaciones que Boro y yo disfrutamos este último verano.
Verano en donde además de pasarlo genial y de disfrutar a cada momento de los días y lugares en la playa que, aunque ya visitados frecuentemente durante el año, adquieren en ese mes de veraneo un color y disfrute diferente, eran días donde hacía mucho calor y disfrutábamos del mar y sus bondades. Jeje!
Y retomando la seriedad, vuelvo a decir que está buenísimo recordar momentos únicos e inolvidable que, además de quedar plasmados en cada fotografía que tomo durante ese tiempo de felicidad, quedan en nuestra memoria y en nuestro corazón para siempre.
A recordarlos entonces, que recordarlos hace bien y puede llegar a transmitirnos un poco de esa calurosa energía propia del verano que nunca estará de más sentir por estos fríos días, propios del invierno.

lunes, 30 de julio de 2012

Uno de sus placeres.

Y dale, si es lo que más te gusta cuando venís al parque, andar husmeando, oliendo e investigando todo lo que puedas tener a tu alcance. Seguí nomás. Todo tuyo.

domingo, 29 de julio de 2012

En viaje.

Te encanta viajar Toto, se te nota y me gusta que así sea. Sigamos recorriendo las rutas entonces, ya que es un placer hacerlo juntos y disfrutando de cada momento que pasamos en viaje. Te quiero.

viernes, 27 de julio de 2012

Acá estoy.

Ahí estás, tirado en el suelo en uno de los lugares de la casa que te gusta ocupar, para tener una visión abarcativa de gran parte del depto., y poder campanearme y saber que me tenés cerca. Jeje! Qué mimosón!! Te quiero.

jueves, 26 de julio de 2012

Haciendo turismo.

Paseamos mucho con Boro y en cuanto podemos nos escapamos de la ciudad para visitar diferentes lugares, cercanos o no, y seguir pasando buenos momentos juntos y con quien viaje con nosotros, por supuesto.
En esta foto, hace mucho tiempo, en una visita, la primera a Carlos Keen, un pueblito cercano a Buenos Aires que merece visitarse.

miércoles, 25 de julio de 2012

Muñecos.

Muchos muñecos. Muchos. Incluyendo el último que parece en la foto, comenzando desde el extremo izquierdo o el primero si se mira la imagen desde el extremo derecho.

martes, 24 de julio de 2012

El momento.

Hace un par de años, Él y yo ¿quién más?, en una de nuestras tardes de paseo por alguna plaza del barrio o lugares cercanos a él.
Recuerdos hermosos que si bien en la actualidad los seguimos llevando a cabo, guardan la emotividad y la magia propia de cada instante compartido que pasa a formar parte de nuestro vínculo que crece y, por tal, cambia continuamente.
Diferentes, nosotros, según las épocas que atravesábamos, pero siempre con la felicidad a flor de piel por estar viviendo y compartiendo tanto amor y tanta dicha de fidelidad mutua.
Un momento de nuestro recuerdo fotográfico, entonces. Más, por lo particular y diferente de cada cosa que experimentamos desde que estamos juntos, el momento. Como otro que pasó, éste que vivimos mientras lees esto y el que nos aguarda dentro de unos minutos.

domingo, 22 de julio de 2012

sábado, 21 de julio de 2012

Que me necesiten. Eso necesitaba.

Mi perro necesita de mi para vivir.
Literalmente.
Y eso es quizás lo que yo buscaba
desde un comienzo,
sin saberlo,
y en quien sólo podía encontrar
esa necesidad imperiosa
basada -además del sustento diario-
en el amor y la fidelidad absolutos,
era en un compañero animal no humano
que afortunadamente
terminó siendo en mi vida,
mi estimado, querido y hermoso
Boro.

viernes, 20 de julio de 2012

Sin inspiración este viernes, pero con el mismo amor de siempre.

Boro y yo en una tarde fría de otro año en uno de nuestros paseos.
Muchas veces no se que escribir, porque si bien mi amor por Boro es muy grande y cada cosas que vivo junto a Él me remite a algo digno de ser comentado aquí, no siempre tengo la inspiración para volcar todo eso en una entrada.
Algo así me sucede este viernes, pero no quiero ser menos y ya que he publicado una tremenda entrada en mi otro blog que podría haber publicado aquí también por el tema que trata, llamada Mi Evolución Animal, haciendo un doblete por el mismo precio (la misma redacción -entrada- para ambos blogs) prefiero seguir diferenciando uno de otro y mantener la autonomía y estilo marcadamente diferentes de cada uno.
Les dejo una foto de mi adorado junto a mi, este viernes entonces, y les recuerdo que siempre me da motivos de alegría y emoción con cada cosa que vivimos juntos y por eso, seguramente en el momento de esta foto, los dos fuimos un poco más felices que antes de tomarla, por ejemplo.

jueves, 19 de julio de 2012

Nunca.

Nunca me enojo con mi perro por algún motivo que Él pueda darme, ya que si surge algún tipo de ofuscación de mi parte es producto de mi condición de humano nada más y de problemas absolutamente míos, que a pesar de intentar no hacerlo, a veces (poquísimas pero alguna que otra al fin y al cabo) descargo sobre Boro.
Nunca veo nada malo en su conducta; y no estoy dejándome cegar producto del gran amor que siento por Él, pero retomando, nunca hace nada que merezca siquiera que se le levante la voz, más allá de jugar mucho en la plaza y al momento de irnos quizás tener que levantar, aquí sí, la voz para que interrumpa el juego y salgamos del parque. Cosa que al escucharme y entender la consigna, hace sin mayores inconvenientes.
Nunca ha sido motivo de una disputa con otro perro, otro gato u otro animal de alguna especie diferente a la que Él pertenece, y al decir nunca ya no merece el hecho de seguir explicando y ahondando en la fundamentación de este punto. Nunca es nunca, y listo.
Nunca se niega a ninguno de los momentos no tan gratos -para Él- a los que lo pueda llegar a someter, por su bien claro pero que no resultan de los mejores para mi perro, como el cepillado de dientes, la aplicación de pipetas, el cepillado de su pelaje, la aplicación de las diferentes vacunas que le pone su doctora, la revisación de ojos, de dientes, de todas las partes de su cuerpo que también lleva adelante su doctora veterinaria, o volviendo a las cosas que le hago yo, la limpieza de orejas, de lagañas, y etc., no revelándose jamás ante todas estas cosas que acabo de nombrar (y las que seguramente olvido) y permitiendo que todas se puedan llevar a cabo con Él.
Nunca ha sido agresivo con alguna persona y siempre parten de Él sólo demostraciones de amor, afecto, alegría y ternura para quien se le acerque, lo llame o quiera pasar un momento a su lado.
Nunca es la palabra que puedo usar para dar respuesta ante una hipotética pregunta que se me formulara sobre la cantidad de veces que Boro, mi perro, ha pasado el límite de lo tolerable, se ha portado mal, ha desobedecido o me ha hecho perder la paciencia en algún momento del día.
Estoy tan feliz con mi compañero animal porque todo lo que Él vino a significar en mi vida es positivo y por tal motivo es en esa positividad absoluta que representa para mí que de una u otra manera ayuda a que me sienta pleno, feliz y orgulloso -de Él, claro- a cada momento.

miércoles, 18 de julio de 2012

Gracias a todos, entonces.

Con todo el amor que siento hacia mi perro y que plasmo diariamente en este blog que le he dedicado a Él y me he dedicado a mi, sin olvidar que también lo dedico continuamente a quienes pasan por aquí y saben apreciar todo lo que encuentran en él, es que deseo agradecer a mi perro Boro en primer lugar por ser el artífice de esta linda realidad que vivo actualmente desde que Él comenzó a compartir su vida conmigo por una decisión que se me ocurrió tomar luego de varios años de pensarla, madurarla y preparame para llevarla adelante; y es aquí donde me agradezco a mi también el haber sido factor determinante en proveerme de esta hermosa felicidad que se genera al compartir parte de una etapa en el camino de la vida junto a un animal no humano como es el perro.
También, finalmente, quiero agradecer a todos los que visitan mi blog y, leyendo algunas de las entradas que asiduamente publico, comprenden, valoran y se emocionan ante el hecho de permitirse expresar en voz alta todo lo que significa el vínculo entre humano y animal y lo que produce en ambas partes esta magnífica, pura y absolutamente sanadora relación que expreso a cada instante que se navega por mi blog.
Gracias a todos entonces. Gracias. Gracias. Gracias.

martes, 17 de julio de 2012

Que es así, es así.

Qué somos compañeros en el real sentido de la palabra, no cabe ninguna duda.
Qué nos tenemos el uno al otro para cualquier mal trago que nos toque atravesar en el día a día de nuestras vidas, tampoco.
Qué vivimos y compartimos entre nosotros dos más que lo que cada uno puede llegar a compartir con otras personas o animales, es un hecho.
Qué disfrutamos de estar juntos, sea donde sea que nos encontremos ya que no importa el lugar como sí el hecho de estar el uno con el otro, cerquita; no es novedad.
Qué desde el momento en que nos encontramos generamos un vínculo que crece cada día, es predecible.
Y fundamentalmente que nos tenemos y disfrutamos todo el tiempo, es un innegable motivo que hace que todo lo que tenga que ver con nosotros sea de un tinte emotivo, dichoso y especial.

lunes, 16 de julio de 2012

Amor.

Caritas como esta no pueden significar otra cosa más que amor, amor, y amor otra vez.

domingo, 15 de julio de 2012

Nos hemos encontrado.

Boro, mi dulce y querido Boro, me demuestra cada día que cuanto más tiempo pasamos juntos y llevamos adelante en nuestra convivencia, más nos entendemos, necesitamos y nos amamos.
Hemos logrado desarrollar un hermoso vínculo que, con el día a día, se va poniendo cada vez más bueno.
Somos felices y, después de todo, ese es el fin de encontrarse -humanos y animales- en esta vida donde todo pasa tan rápido.
Es así, mi Boro y yo somos felices, y es porque nos hemos encontrado.

sábado, 14 de julio de 2012

Sos mi regalo.

Boro sabe que se ha ganado mi corazón y que cada día que vivimos y compartimos juntos acrecienta y eleva nuestro vínculo por encima de muchas cosas que nada pueden hacer frente a la grandeza de tenernos Él y yo, el uno al otro.
Buenas cosas pueden pasarnos a los seres vivos en esta vida. Sólo hay que saber ver por donde buscar y encontrar los regalos que ella nos tiene preparados.
Boro, sos mi regalo y le agradezco a la vida y a tu presencia en ella, el tenerte y disfrutarnos mutuamente sin escatimar en momentos.
GRACIAS TOTO!!

viernes, 13 de julio de 2012

Absolutamente mío.

Siempre creo que he encontrado en mi perro a la más hermosa y obediente criatura del reino animal y pensándolo nuevamente comprendo que simplemente he descubierto, en quien comenzó a ser mi compañero de vida no humano, todo aquello que de alguna u otra manera descubren los dueños de perros desde el primer momento en que comienzan a convivir e interactuar con ellos.
No quiero restarle importancia a mi Boro, para nada, sólo intento ser una persona realista y darme cuenta de que para cada dueño de un perro, es éste el ser más especial del reino animal que pueda existir. O al menos así debería serlo ya que de no ser así algo estaría ocurriendo en esa relación humano-animal en la que ellos (los perros en este caso), siempre nos ganan el corazón a nosotros, sus compañeros humanos.
Pero finalmente quiero dar un giro a esta entrada para enfocarla en la idea de que eso que creo generalmente, cuando sin mucha premeditación pienso y siento sobre mi relación con él, mi perro, es que sí, Boro es uno de los animales (sino el más) más dócil, amoroso, bien predispuesto, alegre, bonachón, agradable, cariñoso, bien intencionado, simpático y comprador (entre otras cosas) de su especie, que he conocido y visto en toda mi vida; sumándole a esto el enorme e inmejorable privilegio de saberlo mío, absolutamente mío.

jueves, 12 de julio de 2012

Recurro a Él, sí que lo hago.

Ya es de público conocimiento (porque así lo hago a través de las entradas de este blog) que Boro además de ser mi compañero de vida -no humano- y mi amigo fiel por excelencia es quien logra contenerme en los momentos apremiantes de mi vida en los que puedo encontrarme triste y angustiado.
¿Haciendo qué, lo logra?, dirán ustedes. Y respondo: haciendo nada. Nada más que estando "ahí", reconfirmando con cada movimiento, mirada y mensaje de amor y fidelidad que parten de Él y que significan un bálsamo de la mejor y más auténtica pureza (que sólo debo saber aprovechar y disfrutar sin hacerme mayores complicaciones porque para eso está en mi vida) que lo tengo y me tiene, y que con eso debe bastarnos.
Por eso es que nunca me olvido ni me aparto de la idea de que soy una persona afortunada que, aunque pase por los feos momentos que se generan entre humanos y nada más que entre nosotros, tengo en mi vida y en mi alma el más maravilloso regalo que la vida me hizo hace varios años y que se materializa en mi labrador retriever amarillo llamado Boro que tanto amo y tan bien me hace.

miércoles, 11 de julio de 2012

Ronca.

Boro ronca cuando duerme.
Jaja!
Muchos perritos lo hacen,
lo sé,
pero me da risa escucharlo
y verlo roncar!!
No les puedo pedir
que lo escuchen
pero si que lo miren.
Mírenlo entonces.
Jeje!

martes, 10 de julio de 2012

Tardes de descanso.

Uno de los momentos de nuestro viaje del fin de semana largo, en horas de la siesta, donde después de almorzar y haber caminado bastante, nos encontramos descansando y reponiendo fuerzas tirados en la cama antes de volver a salir a pasear por nuestra querida Mar del Plata.

jueves, 5 de julio de 2012

Tu primer peluche, el más querido.

Ya desde pequeñín con tu monito, como se puede ver en esta foto, durmiendo y comenzando a quererlo tanto como lo querés ahora en la actualidad y como se pudo ver días atrás en la entrada Y sí, roto, maltrecho y sucio, pero es suyo y lo adora donde apareciste junto a él un par de años después de esta primera toma. Jeje!

miércoles, 4 de julio de 2012

Prefirió tirarse a dormir.

Pudiendo haber salido tempranito a hacer la salida larga, que incluye paseo y visita a una plaza, nuevamente salimos tarde y esta vez el responsable fue Él, Boro, ya que cuando estaba en condiciones de sacarlo me lo encontré durmiendo sobre mi cama, con la cabeza apoyada entre las almohadas y, teniendo en cuenta el frío que hacía en ese momento y que hace por estos días, me pareció un despropósito y hasta una maldad despertarlo, más viéndolo dormir tan plácidamente como lo hacía.
Fué Él quien definió la bajada a la calle de este martes. Así lo hacemos, algunas veces Él, otras yo, en fin... el que oponga resistencia para salir antes de lo previsto.

martes, 3 de julio de 2012

Salimos más tarde que de costumbre.

 Hay días que, porque a mi se me hace tarde o no puedo sacarlo en su salida larga más temprano, terminamos saliendo casi de noche en esa bajada que es, si o si, caminar más que en las (salidas) cortas a hacer las necesidades fisiológicas y terminar en alguna plaza donde Boro huele, husmea, y corre un poco en busca de perritas. Sí, perritas, porque mi perro ya no está en edad de jugar y solo busca diversión pero de otro tipo. Jeje!
Volviendo al tema central este lunes que ya pasó fue uno de esos días de salida larga casi nocturna, y el otoño con sus días más cortos, en gran parte, tiene mucho que ver en todo esto.
Finalmente, una prueba fotográfica que muestra la noche que nos agarró en la plaza, ayer, además del frío que también nos agarró y nos atacó por todos lados.

lunes, 2 de julio de 2012

Hace mucho tiempo ya.

Con el tiempo, como generalmente sucede con todo lo que afrontamos o vivimos en nuestra vida, me he acostumbrado a la presencia de Boro a mi lado. Y ese "acostumbrado" no está usado como sinónimo de aceptación o de algo que finalmente después de tanto vivirlo a diario ha decantado en la aceptación fruto de no quedar otra alternativa, sino como el más bello sinónimo de que aquello que ya desde el comienzo de nuestro vínculo empezó siendo un placentero y encantador compartir, al día de hoy se ha vuelto, por la costumbre sí, y agrego por la hermosa costumbre, un motivo vital de necesitada y familiar compañía en mi existencia.
Todo, absolutamente todo lo que tiene que ver con Él, con mi Boro, me está resultando desde hace un par de años de imperiosa necesidad.
Me ama y lo amo y es una hermosa costumbre que ya lleva cuatro años y un par de meses ésta que tan bien nos hace y tanto disfrutamos los dos.