lunes, 8 de agosto de 2011

Por una red social caí en la cuenta.

Sigo reconfirmando con cada cosa que voy viviendo al lado de mi mascota que fue una gran decisión haber incorporado a Boro a mi vida.

Siempre tiene la mejor energía a pesar de que producto de esa energía a veces me saque de quicio y haga que le pegue un par de gritos, principalmente cuando vamos por la calle y quiere hacer la suya parándose a oler todo lo que encuentra a su paso y a veces por tiempo, o lo que sea, yo quiero ir más rápido y entonces se desencadena la trifulca. Je jeje!
Pero no más que eso ya que nunca se porta mal, siempre me hace caso a todo lo que le digo y le pido que haga y porque además de todo esto es tan bueno conmigo, con las demás personas que se encuentran con él y con los demás perros (con todos los que se le acerquen siempre), que no puedo menos que sólo amarlo y evitar enojarme por cosas que no son hechas por desobediencia sino por la característica propia de todos los perros y más de este tipo de perros que es Labrador Retriever y que tiene un olfato que es uno de los principales sentidos de esta raza, que usa en todo momento y para todo. No en vano son perros cobradores (recogedores) de cosas que están lejos con un olfato súper desarrollado como el que tienen.

Me preguntaron hace un par de días en una de las redes sociales en las cuales participo (tengo un perfil) si amaba mucho a mi perro y ahí en ese momento teniendo que dar una respuesta fue cuando caí en la cuenta de lo mucho que lo quiero ya que generalmente y en el transcurso de los días, sé que lo amo pero no me pongo a cada instante a medir la importancia o el grado de estima que siento hacia él.

Bueno, mi respuesta fue la siguiente: “¡LO AMO CON TODO MI CORAZÓN! ¡SE GANÓ MI AMOR HACE TIEMPO!” (Sic).

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