lunes, 13 de mayo de 2013

Así le gusta rascarse.

Siguiendo con el estilo de la presentación de antes de ayer de la imagen de un momento en el que Boro está en una situación común y cotidiana de su vida ahora les muestro a través de la presente entrada al susodicho rascándose el lomo contra una planta en la plaza. 
Arbustos bajos y cualquier tipo de plantas que Él encuentre aptas para ese metier son oportunas en su finalidad de rascado.
Adora rascarse la espalda de esta manera, lo vuelve loco de placer y se le nota en la carita de alegría y satisfacción que pone cuando está en medio de tal empresa; ardua por cierto, y a la que le dedica un breve y fugaz par de segundos pero totalmente intensos y cargados de la potencia y la energía que se requieren para este rascado violento que lleva a cabo valiéndose de la naturaleza misma.
No es de sucio que se rasca, aclaro. Esa vez de la foto por ejemplo, se fue a rascar luego de que yo terminara de cepillar su manto. Es mera costumbre. Y mero placer. Eso presumo. No hay otra.

No hay comentarios: