sábado, 4 de mayo de 2013

Los dos.

Hasta en las bajadas express de la noche, esas que duran 30 minutos y no mucho más, Boro tiene derecho a tomarse un breve descanso.
Descanso que por cierto tomamos los dos en la mini placita que nos acoge muchas de las noches que decidimos llegarnos hasta la avenida antes de regresar a casa a dormir.
Los dos bajamos. Los dos caminamos. Los dos llegado el momento descansamos. Los dos. Los dos.

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