Es tal el cariño y el sentimiento de pertenencia que tengo hacia y por Boro, que no puedo menos que expresar que lo bueno de formar parte de este vínculo tan hermoso y auténtico entre Él y yo hace que no pueda nunca permitirme sentirme mal, triste, enojado y todo ese tipo de sensaciones que hace tiempo desconozco en mi vida; reitero, gracias a Boro.
Él, bueno, Él nunca supo -al igual que el resto de los animales de su nobleza- que existen tales tipos de estados negativos. Naturalmente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario