viernes, 10 de agosto de 2012

Boro y los niños.

Boro tiene afinidad y buena onda con todas las personas con las que se cruza en determinados momentos de su vida. Con todas.
Pero es con los niños que, ni bien los ve, se vuelve loco; principalmente cuando éstos le prestan atención, lo llaman, y quieren estar con Él jugando o acariciándolo.
Lo que muestra la foto pasó hace más de 2 años en una plaza de Buenos Aires durante un fin de semana, y recuerdo que le pedí permiso a los padres de este pequeñín para tomarle una fotografía junto a mi perro por la dulzura que tenía y por lo bien que se habían llevado durante todo el tiempo que estuvieron juntos esa tarde, que por cierto fue más de 1 hora.
Algo más de mi Boro, tan dulce y bueno con quien se le acerque y quiera estar con Él, donde y cuando sea.

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