Desde siempre Boro tiene ese afecto especial por las botellas. Acá, en esta foto lo podemos ver dormido mordiendo una de las tantas que trae de la calle en varias de sus bajadas diarias.
En esta foto, particularmente de hace un par de años atrás, es adorable verlo tan dulce y hermoso, en un instante de su descanso, junto a la que por ese entonces era su botella del momento.
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