jueves, 2 de febrero de 2012

Me cambia, continuamente.


Pudiendo ver jugar a mi perro con sus pelotas, tan feliz y si importarle nada más que el momento en el que vive, aprendo cada día a ser un poco más feliz, valorando aquellas cosas a las que quizás no les doy importancia y que gracias a esta simple imagen que Boro me transmite aprendo a disfrutar.
Todo esto me enseña y me cambia continuamente como persona.
Todo esto eleva y mejora mi vida.
Gracias Boro.

No hay comentarios: