Ya saben todos los que leen mis entradas de blog o me siguen en alguna de mis redes sociales que mi perrito, este que ven en la foto que publica esta entrada, ama las botellas y las prefiere por sobre cualquier juguete, no importa el valor que este tenga.
Siempre, de cada salida a la calle, regresa con una botella y yo que antes las tiraba ni bien entrábamos a casa, ahora se las dejo por un par de días (hasta que se acumulan muchas) porque Él, cuando está aburrido, por dormirse una siesta o en cualquier momento, se acerca al lugar donde están todas juntas y elije una cualquiera, la que más le llame la atención, y la sigue disfrutando y aprovechándola.
Esta foto es una prueba de lo que digo, acá está, no recuerdo si entrando o saliendo de un sueñito del fin de semana y por supuesto con una de las botellitas que se trajo, vaya a saber cuando, de la calle.
Adorable, hermoso, buenito, y por sobre todo: mi compañerito canino de vida.
Disfrútenlo ustedes acá, en esta foto. Yo lo disfruto en vivo, y a diario. ☺
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