martes, 9 de octubre de 2012

Él lo sabe.

Boro, mi querido perro, sabe que siempre podrá contar conmigo; y cada suspiro que hace mientras, duerme a mi lado sabiendo que estoy cerca suyo, confirma para mi su serenidad de saberse en el mejor lugar que existe para Él en el mundo: junto a mí.
Es una ternura. Mi ternura. Mi lado más sensible y emocional. Es mucho para mí y sé que lo expreso en cada entrada que (le) hago en su blog.
No aclararé que -también- corre por otro carril mi vida y que lo que acá expreso por Boro es sólo un punto importante de la misma (lo estoy aclarando al justificarlo sin planearlo) ya que eso es algo claro, más sí diré que desde que comparto mi vida con este perrito Él va a mi lado (metafóricamente hablando) en casi todos los carriles por los que yo transito debido a la valoración que tengo por este ser que me ama y al cual amo.
Ojalá que todos/as compartan alguna vez parte de su vida con un animal de esta especie que es sin lugar a dudas el que más se involucra, y permite que uno lo hago con él, en el hecho de compartir y vivir exclusivamente para el otro además de brindar el amor más simple y bello que se pueda experimentar en esta vida.

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