domingo, 28 de julio de 2013

En definitiva ese es el punto y Boro y yo lo sabemos muy bien.

Boro y yo hemos creado un vínculo hermoso, algo así como una fusión de amor y admiración que redunda en necesitarse mutuamente y en aportar a la otra parte, lo esencial que cada una necesita para vivir en este momento de su vida.
Boro vino a mi vida a complementar esa soledad que va más allá de que yo esté o no realmente solo en lo que a rodearse de personas humanas respecta. Él vino a acompañarme en mi ser interior, ese que requería de una caricia constante para encontrar esa emoción verdadera, a flor de piel, que surge de compartir simplicidad y pureza sin otro fin que el de ser feliz.
Boro es ese bálsamo que mi vida supo encontrar y al cual yo me aferro cada día, a sabiendas de que éste es el tiempo para disfrutar y para ser feliz, tanto Él como yo.
Boro seguramente encontró en mí una forma de vida que ahora no concibe sin mi presencia y a la cual se ha adaptado, aportando también mucho de su parte, para dar forma final a sus días y a mis días; y en fin, a nuestra vida juntos.
Boro es un milagros de cuatro patas, de la especie animal; de esos que se dan todos los días y que sólo hay que saber encontrar ya que pasan todo el tiempo, constantemente, a nuestro lado, aunque no muchos lo vean.
Boro y Yo somos Felices. Absolutamente Felices. Y ese es en definitiva el mejor y gran Milagro que se puede esperar de la vida.
GRACIAS BORO, COMO TANTAS VECES TE HE DICHO. GRACIAS.

No hay comentarios: