domingo, 28 de febrero de 2016

¡Lo necesito!

Yo sé que lo único que tengo en esta vida al 100% es a mi perro. Es por eso que también hago (intento al menos) que Él pueda contar conmigo a este nivel.
Porque yo sé que, incondicionalmente, sólo lo tengo a Él, a mi dulce Boro, que siempre estuvo, está y estará cuando lo necesite, es decir, siempre y en todo momento.
Porque a mí todo lo demás, la parafernalia del mercado que es lo que generalmente pueden proveerte quienes no te consideran realmente como uno desea ser tenido en cuenta, a mí eso me tiene sin cuidado, sinceramente. A mí todo lo que sea sobra de tiempo no me llega nunca al corazón ni a lo profundo de mi ser. El tiempo regalado, o simplemente utilizado junto a uno, porque es el tiempo que queda, no me conmueve; al menos cuando siempre se da de esta forma, sin excepciones.
Por eso es que nuevamente necesito declarar todo mi agradecimiento y mi admiración hacia El Perro que acompaña fielmente mi vida desde hace ocho años, desde ese momento en que con apenas 50 o 60 días llegó a mi casa para no separarse nunca más de mí. Él es mi corazón de cuatro patas, ese que siempre va estar feliz de tenerme a su lado no pidiéndome nada cambio y sólo exigiéndome con su naturaleza que yo siga conservando y manteniendo la mía para de esta manera poder los dos, perro y hombre, juntos en este vínculo hermoso que tenemos, ser auténticos y felices siempre.
Siempre es felicidad mi vida junto Él y si de las cosas que junto a Él vivo dependiese todo sería felicidad al 100%. Pero aveces prevalecen las otras cosas, las que nada tienen que ver con Él, y entonces a mí me sirve refugiarme en primera instancia en su afecto y su contención y en segundo lugar en las letras, expresándome y compartiendo, para mí mismo básicamente y para quienes lean esta entrada o todas las que tienen este carácter de catarsis, todo lo que brota de mi interior con cada cosa que vivo a cada instante.
Quiero ser feliz, lo necesito, y quiero que mi perro siempre lo sea también; y fundamentalmente quiero que sólo prime la alegría y el agradecimiento en este blog y en mi vida compartida junto a Boro, más que las otras cosas, las de éste tipo, que me hacen cada tanto recurrir a la búsqueda de esta contención que acabo de expresarles.
Por eso: Gracias porque sé que a partir de ahora, este día, este domingo, estaré mejor, porque escribiendo me he encontrado nuevamente con mi ser, con quien realmente soy, en mi calma y en mi serenidad que son básicamente las que vos, mi amado perrito, me transmitís estando aquí, conmigo. Gracias otra vez, eternamente agradecido. Te amo.

No hay comentarios: