jueves, 21 de julio de 2011

El viajar es un placer...

Boro es un perro viajero, definitivamente.
Desde cachorro el auto fue su medio de locomoción habitual ya que fue en auto que vino desde el criadero hasta la ciudad donde iba a vivir y si bien era muy pequeñito y viajó acurrucado en mis piernas, ese tipo de cosas a una edad tan temprana, va quedando en su bagaje de experiencias.
Fue también ni bien salió del período que debe 'guardar casa' (algo así como cuando se dice guardar cama) por posibles contagios o peligros virales de la calle antes de tener todas las vacunas aplicadas y las defensas altas, cuando realizó su primer viaje a la casa de mis viejos a unos 150 kilómetros de donde vivimos así lo conocían y de paso comenzaba a familiarizarse con el tema de viajar, algo que yo quería que ocurriese ya que tenía pensado que él nos acompañara a todos lados cuando viajásemos, ya sea de vacaciones o simplemente por un fin de semana o a algo tan básico como movernos de un barrio a otro dentro de la misma ciudad de Buenos Aires. De hecho las fotos que pueden verse en este relato son de ese 1º viaje a la casa de "sus abuelos", o sea, mis padres! Después con el tiempo, enseguida prácticamente, hizo su 1º viajecito largo a Mar del Plata y teniendo en cuenta lo que acabo de decir que este tipo de cosas (viajes o visitas) vividas a una edad temprana van quedando dentro de su bagaje de experiencias, debe ser por eso que reconoce tanto a esta ciudad cada vez que estamos llegando y la ama tanto; porque es tan expresivo en la felicidad que demuestra cada vez que estamos allí y cada vez que tiene frente suyo al mar, su gran amor y atracción fatal al punto de no poder resistirse y meterse así estemos en pleno Julio; que es un hecho que adora estar en este lugar. Adora el mar. Se vuelve loco en la playa.
Retomando. Decía que adora esta ciudad y en sus 3 años y 5 meses ya ha ido tantas veces que la tiene como una segunda casa. En eso salió a su dueño que además de sentir una atracción especial por el mar, adora esta ciudad, Mar del Plata, tanto como él. (Hablo de mí claro, aunque lo redacté en 3ª persona porque quedaba bien para la forma que venía dándole al relato.) ☺ Y ha viajado a muchas ciudades de nuestro país, no muy lejanas quizás -todavía- ya que nunca ha superado los 600 kilómetros de distancia en un tramo, entre un lugar y otro; pero para ser un perro urbano, que vive en la ciudad y que suele estar siempre caminado por la asfaltada vereda de las calles de Buenos Aires, podríamos decir ha realizado muchísimos viajes.
Yo quería que aprendiera a viajar y lo disfrutara y puedo decir que a esta altura siento que es un trámite que no resulta para nada estresante para él, el hecho de trasladarse de un lugar a otro viajando por 4 ó 5 horas.
Es un buen perrito mi Boro y nunca nos da problemas para nada.
Está acostumbrado a acompañar a su dueño siempre en todo lo que hace y de buena gana. Por eso se lo quiere tanto y es el protagonista de este blog.
Esto fue esto algo más que quería compartir con ustedes para que conozcan a Boro en sus diferentes facetas, además de apreciar sus fotos y verlo en distintos momentos de su vida. Hasta la próxima!!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mi Feli viajó en auto desde su primer día en mi vida. Es una perrita que se sube a cualquier auto con puerta abierta, lo cual es una complicación porque a veces se equivoca de auto y desgraciadamente, no toda ña gente aprecia a los perros. Hemos ido juntas a la Costa, a Córdoba Traslasierra y a Entre Ríos y siempre se ha portado mejor que lo que lo haría un niño, no hace demandas de ningún tipo y se adapta rápidamente al lugar de vacaciones. Así fue que aprendió a nadar en el mar, pese al miedo que le daba el agua, pero como me veía metida ahí hasta la cintura y tal vez temió perderme, cuando menos lo esperaba la ví nadando detrás de mí. Toda una Esther Williams!
Por eso entiendo Facu todo lo que contás, es maravilloso tener un perro/a, ellos nunca te defraudarán y siempre serán nuestros mas fieles compañeros, hijos, amigos o como quieras llamarlo.
Cary.