jueves, 14 de julio de 2011

Feliz con su presencia a mi lado!

Es cierto que a veces pensamos que nuestras mascotas pueden ocupar un lugar importante en nuestras vidas; pero creo que es cuando crecemos y específicamente cuando vivimos solos, de adultos; cuando lo valoramos y de hecho se hace carne en nuestra vida este hecho que a veces, principalmente de niños cuando nuestra mamá o papá, o hermano, o abuelos o quien sea, menos nosotros aunque portemos el "título" de dueños es quien se ocupa realmente de estos animalitos y nosotros sólo (y muy de vez en cuando con el correr del tiempo) jugamos con ellos o le prestamos algo de atención.
Algo así pasó en mi vida con mis perritos, los que tuve en la casa de mis padres cando fui niño y que si bien no fueron muchos, debo reconocer que poco me ocupé yo de darles de comer y bañarlos y hacerles todos esos cuidados que ellos merecen y necesitan para algo tan simple como es el hecho de poder seguir viviendo.
Ahora en la actualidad es muy diferente el concepto de "mascota" para mi ya que desde que BORO llegó a mi vida me ha transformado en un ser lleno de vitalidad (no quiere decir que antes no la tuviese, pero todo lo que comente es como síntoma de un acrecentamiento general), de buena onda, de predisposición para 'salir al ruedo' aunque llueva, truene o refusile y no solo al momento de sacarlo a un paseo diario y bajarlo a hacer sus deposiciones sino también al momento de enfrentarme con el día y lo que a él concierne en los tiempos que le dedicaré y que también dedicaré a mi, a mis cosas y a las que ambos realizamos juntos y que acrecientan nuestro vínculo y convivencia.
Es por eso que ahora, en esta etapa de mi vida que ya vivo sólo, el perro, mi mascota; depende exclusivamente de mi PARA TODO! Y puedo asegurar (como lo sabrán muchísimos dueños y dueñas de mascotas que como yo viven solos con ellos) no es poca cosa!!
Boro depende de mi para todo decía, pero al final del día aunque esté cansado porque a pesar de no tener ganas 'mentales y físicas' de dar el paseo diario y hacer las bajadas (digo "bajadas" porque vivimos en un 5º piso) que requiere mi perro para hacer sus "necesidades" siento que llego, aunque cansado, FELIZ porque en lo poco que me pide mi can encuentro que devuelve a mi vida cotidiana, sin saberlo él, la mayor de las energías y buena onda que pueden hacerme sentir y reafirmar que ha valido la pena la decisión que tomé allá por el verano de 2008 cuando me dispuse a averigüar y finalmente a adquirir un cachorro de Labrador un par de meses después.
BORO llegó a mi vida para hacerla plena y si bien es cierto lo que dice la frase de Roger Caras "Los perros no son todo en nuestra vida, pero ellos la hacen completa", debo admitir que en mi caso y en el caso de mi mascota, su presencia se asemeja mucho a la plenitud que ha llegado a hacerme sentir en más de una oportunidad con su simple presencia a mi lado.♥


No hay comentarios: