lunes, 7 de noviembre de 2011

¿Qué vas a hacer cuando Boro no esté más en tu vida?, me preguntaron.

Una vez alguien me preguntó -muy desafortunadamente para mi gusto- en una de las redes sociales en las que participo, aunque no recuerdo en cual de ellas, que iba a hacer el día que mi perro ya no estuviera más conmigo; aduciendo inmediatamente que por la relación que veía que yo tenía con Boro se preguntaba eso y aclarando también en forma veloz, como quedando en evidencia de sentir que debía justificar en demasía tamaño cuestionamiento, que el comentario no tenía intención de lastimarme, ofenderme o herirme (se ve que se dio cuenta de lo desatinado del mismo).
El tema es que en ese momento le respondí más o menos algo que apuntaba a la idea de que yo disfrutaba a pleno el momento del presente con respecto a lo que vivía junto a mi Él y que si bien era indefectible que en algún momento esa separación a la que apuntaba su pregunta sucediera no me permitía o sencillamente no me brotaba la necesidad de averiguar que pasaría conmigo, con mi vida, y con mi forma de continuarla después de un desafortunado hecho como el que había planteado.
Pero es cierto, y a veces, generalmente cuando algo le pasa a Boro, como ocurre por estos días en los que tiene la patita trasera medio dolorida por un golpe producto de una caída (es decir nada grave ni trascendental) me pregunto o viene a mi esa pregunta fantasmal, quizás inconscientemente ya que no me la formulo "frente al espejo" ni mucho menos, que pasará ese día, cuando tenga que afrontar ese terrible momento.
Bueno, la respuesta no la tengo y no me siento en condiciones de ponerme a buscarla tampoco, no da, para nada, ya que si bien aparece esa idea alguna que otra vez, no la continuo y trato de que se aleje de mi mente lo más rápido posible.
¿Qué pasará? Ahora, entre nosotros, no lo sé amigos. Pero si como final de esta entrada sirve este intercambio de palabras que tuve una vez con una Sra. que no conocía y que hablando de las mascotas (como ella las llamaba ya que yo detesto hacerlo de esa forma) decantó en lo siguiente, vale el ejemplo a modo de respuesta:
Esta señora de la que les hablo me dijo la única vez que la vi -no recuerdo donde fue ni porque terminamos hablando- que ella no tenía "mascotas" porque cuando se morían, ella suponía que el sufrimiento que se atravesaría sería tremendo e intolerable de soportar; a lo que le respondí -muy educada pero contundentemente- que me parecía que privarse de compartir una determinada cantidad de años de la compañía de un animal, esos seres tan amorosos y especiales, por ese hecho que es natural que acontezca me parecía de un fundamento tan pobre y triste que prefería no dar otra respuesta que la que acababa de ofrecerle.
Eso creo de hecho con respecto a este tema. Es así, lo que deba ser, será. Nadie tiene la vida comprada y no se puede saber nada con respecto a ese tema de la vida, tanto animal como humana.

Amo a mi Boro. Mi Boro me ama. Muchísimo nos amamos los dos. Disfrutamos enormemente el hecho de estar juntos y compartir nuestras vidas. Nos hacemos felices y nos damos lo que cada uno necesita y espera del otro, a la manera de cada uno, por supuesto, y eso es lo que hace bella y pura nuestra relación.

Me quedo con esto. Me hace bien. Lo que deba ser y pasar, será y pasará. El resto, es parte de la vida misma y será parte de nuestra historia. ♥

2 comentarios:

Nelson Gutierrez dijo...

Coincido plenamente con tu pensamiento. Cuando Sofía se enferma (problemas gástricos... es gordita) un poco me preocupo y me ocupo... Y alguna vez pienso qué hacer cuando ya no esté... Vivo el presente, el aquí y ahora y la disfruto a pleno. No me privo de su cariño y de su incondicionalidad. Te dejo un abrazo para vos y para Boro.

Facundo Hisi dijo...

Nelson, ¿sabés que cuando me comentaste el muro de Facebook y pusiste eso de: "...y la disfruto día a día..." hablando de tu godita, en ese mismo momento pensé en linkearte esta entrada de mi blog que acabás de leer y comentar, pero después me pareció que era como estar aprovechando tu comentario y "enchufarte mi blog tipo un 2x1" y por tal motivo desistí. Jejeje!
Se ve que era cosa de la vida que tenías que leerla porque sé que pensamos y vivimos igual la relación con nuestros amigos y compañeros, Sofi en tu caso y Borito en el mío.
Gracias por este comentario y no te puedo decir otra cosa más que es algo impagable ser tan afortunado como vos (y como yo) teniendo, disfrutando, y lo que es más importante VALORANDO, el amor eterno e incondicional que nuestros labs (y mascotas en gral.) nos dan.
Gracias por los abrazos enviados. Ahora van otros para Sofi y para vos, agregando besos para Sofi!!! (Lo de los besos es algo que podés leer en mi última entrada de este blog ya que a los labs les encaaantaaannn!!!) ☼