sábado, 6 de abril de 2013

Somos constantes.

Mi Boro y yo somos recurrentes en paseos y visitas al parque. En primer lugar porque después de todo no nos queda otra, y luego porque en algún momento del día tenemos que hacer esa salida larga que nos lleve hasta alguno de estos lugares abiertos y verdes, dónde Él puede correr, disfrutar del espacio natural y distraerse haciendo lo que se le antoje.
También somos reiterativos en tomarnos fotos. Mejor dicho -hablaré con propiedad y sin metáforas risueñas en este momento- el reiterativo soy yo y en todo caso Él cae en la volteada (en la fotografía) y por tal motivo lo incluyo, como suelo hacerlo generalmente, en todas las decisiones que llevo adelante; pero queda claro que, obviamente, el reiterativo en este aspecto soy yo. Pura y exclusivamente yo.
En fin, el tema es que somos repetitivos en estas dos cosas, sí; y como son cosas buenas que no molestan a nadie y que además a nosotros nos hacen bien y nos gustan, seguiremos siéndolo porque no hay inconveniente alguno en ello.
Acá, en la imagen, y fundamentando nuestra repetición, se nos puede ver reiterando los paseos y las fotos. Hasta la próxima entrada, amigos.

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